Christian Rodríguez, el ex ingeniero técnico del cártel de Sinaloa, contó ante una corte de Nueva York que en 2009, en la sierra de Sinaloa, El Chapo logró evadir al Ejército tras caminar durante tres días por las montañas mientras helicópteros militares sobrevolaban cerca. ¿Cómo lo sabe? Porque él lo acompañó.
"El Chapo estaba muy tranquilo”, dijo Rodríguez durante el juicio a Guzmán que se celebra en Brooklyn. “Él siempre estaba muy calmado, muy seguro, muy tranquilo”.
- “¿Y usted cómo estaba?”, le preguntó la fiscal Andrea Goldbarg.
- “Muy asustado”, respondió Rodríguez.
Rodríguez, un colombiano de 32 años, narró el jueves lo duro que fue para él trabajar para el cártel desde el 2008 hasta el 2012. A pesar de ser la persona que instaló el sistema de comunicaciones internas del cártel, Rodríguez reveló el miedo que pasó en las montañas durante la huida del 2009 y el pánico que sintió cuando aproximadamente dos años después se enteró de que miembros del cártel sabían que Rodríguez estaba cooperando con el FBI de forma secreta.
Este es el segundo escape que es descrito durante el juicio en Nueva York al narcotraficante mexicano. El anterior fue cuando Guzmán huyó a toda prisa de su casa de Cabo San Lucas en 2012, tras ser perseguido por agentes mexicanos y estadunidenses.
Guzmán caminó por las montañas con varios líderes del cártel, Rodríguez y varios hombres armados, incluido uno que llevaba un arma enorme “capaz de tumbar un helicóptero”, explicó Rodríguez. La primera noche la pasaron en una casa pequeña y la segunda a la intemperie.
- “Yo me sentía muy mal”, dijo Rodríguez.
Finalmente llegaron a otra casa donde pudieron comer. Fueron transportados desde allí a la ciudad de Culiacán, testificó el colombiano. Tras esa experiencia, dijo, empezó a trabajar para el cártel remotamente desde Colombia.
Rodríguez habló el jueves de la valiosa información que llegó a darle al FBI a partir del 2011: no sólo les envió el audio de llamadas telefónicas hechas por Guzmán, sino que logró instalar un sistema de grabación automática de llamadas al que tuvieron acceso las autoridades estadunidenses. También dio al FBI los nombres y contraseñas de todas las cuentas del software de espionaje que El Chapo había instalado en varios teléfonos.
Por otro lado, Rodríguez llegó a instalar un sistema de GPS en el celular de Jorge Cifuentes, un importante narcotraficante socio de Guzmán. Cifuentes fue localizado por las autoridades y detenido poco después. El narcotraficante fue testigo en el juicio en diciembre.
No se han presentado cargos contra Rodríguez y éste ha recibido 480 mil dólares por parte del gobierno estadunidense a cambio de su colaboración. Esa cifra incluye también reembolsos por gastos incurridos durante la colaboración. Rodríguez lleva seis años en Estados Unidos. En el 2013, dijo, tuvo una crisis nerviosa por la que tuvo que ser hospitalizado dos veces. En la actualidad se encuentra en el programa de protección de testigos y ve a un psicólogo.
Por trabajar para El Chapo, llegó a cobrar unos 500 mil dólares.
El Chapo, uno de los narcotraficantes más conocidos y ex líder del cártel de Sinaloa, se ha declarado inocente de supuestamente acumular una fortuna multimillonaria a través del tráfico de toneladas de cocaína y otras drogas desde México a Estados Unidos.
De ser encontrado culpable enfrentaría una posible sentencia a cadena perpetua. Guzmán enfrenta 11 cargos, que incluyen delito por tráfico de drogas, por tráfico de armas, por lavado de dinero y por participación en empresa criminal.
Tras terminar su testimonio, se sentó en el banquillo Alex Cifuentes, hermano de Jorge, y hombre de confianza de Guzmán desde el 2007 hasta el 2013, cuando fue arrestado.
Alex dijo que hizo de todo para Guzmán: desde comprar y vender droga, a comprar propiedades para él, a representarle en reuniones. Llegó a vivir dos años con Guzmán en sus ranchos en las montañas y se refería a él como “el señor” o “padrino”, dijo.
El colombiano testificó que Guzmán dijo en una reunión de negocios que tenía disponibles 40 millones de dólares mensuales, junto a su primo Arturo Beltrán Leyva, para “bajar” a Colombia con el objetivo de comprar droga.
El viernes no se celebra juicio, pero se espera que Cifuentes prosiga su testimonio el lunes.
nerc