Durante el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán en Estados Unidos, un agente del FBI leyó los mensajes de texto y cartas, incluso de amor, que se enviaron el ex líder del cártel de Sinaloa y su pareja, Emma Coronel.
Por primera vez en el juicio que se le sigue al narcotraficante mexicano, se mencionó a su esposa Emma Coronel, en una larga correspondencia en cartas y mensajes de texto que mantuvieron entre diciembre de 2011 y febrero de 2012.
La Fiscalía pidió a uno de los agentes del FBI que leyera los distintos mensajes que se envió la pareja.
En uno de los intercambios, Emma le dice que está esperando una redada en casa y El Chapo le pregunta:
-¿Tienes un arma?
-Sí, una de las tuyas.
-Bueno, pues ponla en el cajón, le recomienda El Chapo.
En uno de los tantos escapes del capo, él le pide a Emma Coronel que le lleve ropa, zapatos y hasta tinte para el bigote.
En otro de los mensajes, Emma Coronel le da el teléfono de su padre para que hablen de negocios. Él le advierte que no use el radio cuando hable de cargamentos de drogas, porque sus contactos en el gobierno mexicano le habían dicho que los estaba escuchando la Patrulla Fronteriza estadunidense.
También hablan de sus hijas y sobre lo valiente que es María Joaquina, a lo que El Chapo bromea: "le voy a regalar una AK-47 para pasar el rato juntos".
Durante el testimonio del agente del FBI, Guzmán Loera y Emma Coronel se veían molestos. Ambos se quedaron inmóviles escuchando cómo la fiscalía ordenaba al testigo leer incluso mensajes amorosos entre ellos.
En las entrevistas que ha dado Emma Coronel niega conocer a qué se dedica El Chapo. Ahora se derrumban esos argumentos con las comunicaciones reveladas en la Corte estadunidense.
El oficial del FBI también declaró sobre un viaje a Los Cabos, Baja California, cuando El Chapo escapó de un operativo que fuerzas de seguridad mexicana implementaron en coordinación con el FBI.
El agente se quejó del mal proceder de la Policía mexicana, ya que llegó tarde a la cita y falló en los operativos como el asegurar todas las salidas de la residencia donde se encontraba Guzmán Loera.
jbh