Estados Unidos y México lo buscaron por varios años. Su organización criminal, el cártel de Sinaloa, ha puesto en jaque a las autoridades de ambas naciones. Logró evadir la justicia al traficar droga por casi todo el país. El imperio que construyó Joaquín Archivaldo Guzmán Loera lo colocó como un narcotraficante escurridizo y que parecía difícil de detener.
El 9 de junio de 1993 en la frontera de Guatemala, muy cerca de Chiapas, las autoridades daban un golpe contra el crimen organizado al lograr detener a Guzmán Loera, quien era acusado por cargos relacionados con asesinato y tráfico de drogas.
De fuga en fuga
El narcotraficante fue recluido en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1, conocido como penal del Altiplano, en el Estado de México, pero en noviembre de 1995 fue trasladado al penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, para cumplir una condena de 20 años de cárcel, sin embargo, el 19 de enero de 2001, se escapó en un carro de lavandería.
Guzmán Loera fue ubicado como miembro de alto rango del cártel de Sinaloa y líder del narcotráfico mexicano. El 22 de febrero de 2014, fue detenido en un hotel en Mazatlán, Sinaloa y después fue recluido en el penal del Altiplano de nuevo. Sin embargo, sólo estuvo ahí unos meses pues el 11 de julio de 2015, el capo volvió a fugarse.
Guzmán Loera escapó del módulo de alta seguridad del penal del Altiplano. En aquella ocasión se fugó por un túnel al que se ingresaba por el baño de su celda y que conectaba a un predio afuera del penal.
Nuevamente, el 8 de enero de 2016, fue recapturado en Los Mochis, Sinaloa y extraditado hacia Estados Unidos el 19 de enero de 2017, donde se inició un juicio en su contra en el cual el 17 de julio de 2019 fue condenado a cadena perpetua en la prisión ADX en Colorado.
La captura del narcotraficante fue anunciada por Enrique Peña Nieto, entonces presidente de México. "Misión cumplida: lo tenemos. Quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido", indicó en Twitter.
Los apodos de Joaquín Guzmán Loera
La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) señaló que el narcotraficante era "responsable de cantidades impensables de muerte y destrucción tanto en Estados Unidos como en su propio país".
"Las drogas mortales de Guzmán destruyeron a muchas familias estadounidenses simplemente por codicia y poder. Además, usó la violencia y la muerte para asegurarse de mantener ese poder en su país de origen", sentenció la DEA.
Joaquín Archivaldo Guzmán Loera es originario de Badiraguato, Sinaloa. Nació el 25 de diciembre de 1954, según información del Departamento de Estado de Estados Unidos. A fines de la década de 1980 formó parte del cártel de Guadalajara, organización fundada por Miguel Ángel Félix Gallardo, El Jefe de Jefes.
Guzmán Loera era experto en logística aérea para Félix Gallardo y con el tiempo se convirtió en el líder del cártel de Sinaloa.
- Te recomendamos Amado Carrillo Fuentes, el capo que 'revolucionó' el trasiego de cocaína Policía
Desde mediados de la década de 1980 hasta su arresto en México en 1993, Guzmán Loera fue un agente de nivel medio del cártel de Sinaloa, ganándose un nombre y el apodo de El Rápido por la inmediatez con que transportaba drogas de México a Estados Unidos por los cárteles colombianos.
Después de escapar de una prisión mexicana en 2001 escondiéndose en un carrito de lavandería, Guzmán Loera formó una alianza con Ismael El Mayo Zambada y, juntos, se convirtieron en los principales líderes del cártel de Sinaloa.
Guzmán Loera también es apodado El 701, como le conocían los custodio en la cárcel, luego de ser asignado con ese número en The World's Billionaires List (Lista Mundial de Multimillonarios) 2009.
Su apodo de El Chapo es en referencia a su estatura de 1.68 metros por ser señalado como una persona bajita, de ahí que lo llamaran así.
Alejandrina Gisselle Guzmán, quien dijo ser hija del narcotraficante mexicano, anunció la creación de una marca de ropa llamada El Chapo 701, la cual ofertaría camisetas, joyería e incluso licores o marroquinería. Mientras que en algunos narcocorridos, el capo, por quien Estados Unidos llegó a ofrecer 5 millones de dólares, es nombrado como JGL por sus iniciales.
El gobierno norteamericano señala que el cártel de Sinaloa controla vastas operaciones de tráfico a escala internacional, y la mayoría de sus drogas se distribuyen a Estados Unidos. El cártel, dice, opera principalmente en Sinaloa, Sonora, Durango y Baja California, aunque también tiene representación en varios otros estados de México.
IR