Christina Langford Johnson, de 30 años, fue la última víctima en ser velada y enterrada por sus familiares en una ceremonia realizada en el templo central de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la comunidad de Galeana, Chihuahua.
Más de 400 personas provenientes de Estados Unidos despidieron a la mujer que murió el pasado lunes en Bavispe, Sonora a manos del crimen organizado y hecho del que los LeBarón también culpan a La Línea.
Durante la ceremonia, su madre, Amelia Langford, la describió como una hija ejemplar y madre de familia que siempre he protectora con sus seis hijos.
Además aseguró que para Christina “México siempre fue su paraíso” a pesar de las condiciones violentas en las que se vive. Destacó la valentía de poner a salvo a su pequeña hija, Faith Marie, de siete meses, quien sobrevivió al ataque.
De acuerdo con las indagatorias, al momento del tiroteo Christina escondió a Faith Marie en el piso de la camioneta y salió del auto con las manos arriba para pedir clemencia para los niños.
Durante la ceremonia, realizada este sábado, sus familiares y amigos lloraron y le rindieron honores a la víctima, la cual fue considerada como una heroína.
Posterior a la ceremonia, sus restos fueron llevados después al panteón de la localidad. La Comisión Estatal de Seguridad (CES) y la Agencia Estatal de Investigación apoyaron con la vigilancia en la zona con un despliegue de alrededor de 30 elementos, indicó la Fiscalía de estado.
Cabe recordar que los funerales de las nueve víctimas iniciaron el jueves con Dawna Ray Langford, de 43 años, y sus hijos Trevor y Rogan, de 11 y 2 años, respectivamente, quienes fueron sepultados en el rancho La Mora, en Sonora.
Los familiares se desplazaron de Sonora a Chihuahua para enterrar el viernes a Rhonita Miller, de 30 años, quien fue sepultada junto con sus gemelos Titus y Tiana, de 7 meses y sus otros dos hijos Howard y Krystal, de 12 y 10 años.
ledz