Quién es 'El Chupeta', testigo del juicio de 'El Chapo' que fue sentenciado a 20 años de prisión en EU

Juan Carlos Ramírez Abadía es originario de Colombia, se sometió a cirugías para evadir a la justicia y sostuvo nexos con el Cártel de Sinaloa y el Cártel de los Beltrán Leyva desde inicios de la década de 1990

'El Chupeta', capo colombiano que fungió de testigo contra 'el Chapo' | Especial
Anel Tello
Ciudad de México /

Las múltiples cirugías plásticas a las que se sometió para modificar su rostro Juan Carlos Ramírez Abadía -alias El Chupeta-, así como su amplia cooperación con el gobierno de Estados Unidos resultaron insuficientes para evadir la justicia, de modo que desde la Corte de Brooklyn el juez Brian Cogan lo sentenció a pasar 20 años en prisión.

El otrora narcotraficante colombiano fue acusado desde noviembre de 1994 en el Distrito de Colorado y posteriormente en 1996 en el Distrito Este de Nueva York por su presunta participación en delitos como asesinato, tráfico de drogas, lavado de dinero y cargos federales de narcotráfico y extorsión en el Distrito de Columbia.

El Chupeta fue detenido el 7 de agosto de 2007 por la Policía Federal de Brasil a las afueras de Sao Paulo y, tras su extradición al país de las barras y las estrellas, se convirtió en un importante testigo cooperante, cuyas declaraciones sirvieron para hundir a grandes capos mexicanos y colombianos que enfrentan procesos judiciales en el Distrito Este de Nueva York, tal y como fue el llamado "Juicio del Siglo" de Joaquín El Chapo Guzmán.

¿Quién es Juan Carlos Ramírez Abadía, “El Chupeta”?

El narcotraficante colombiano fue un cooperante en el juicio de "El Chapo" Guzmán

Juan Carlos Ramírez Abadía nació en 1963 en el municipio Palmira del departamento del Valle del Cauca, al suroeste de Colombia y, de acuerdo con datos difundidos por el Departamento de Estado del país que gobierna Joe Biden, El Chupeta estuvo involucrado en actividades de narcotráfico desde el año 1986.

La trayectoria criminal del narcotraficante comenzó a consolidarse a mediados de la década de 1990, cuando el mercado colombiano de la cocaína era dominado por Pablo Escobar. No obstante, tras el asesinato del fundador del Cártel de Medellín, El Chupeta encabezó una ofensiva contra el Cártel de Cali en 1995, lo que lo llevó a liderar su propia organización criminal: El Cártel del Norte Valle.

El grupo delictivo que encabezó Juan Carlos Ramírez Abadía operaba principalmente en la región norte del Valle del Cauca y fue presuntamente el responsable de exportar más de 500 toneladas métricas de cocaína con un valor equivalente a más de USD 10 millones de Colombia a Estados Unidos a través de México.

"La organización de Ramírez-Abadía estaba contrabandeando varios miles de kilogramos de cocaína al año a Los Ángeles y San Antonio a través de México, en barcos o en lanchas rápidas [...] Además, la organización tenía varias células de distribución operando en la ciudad de Nueva York", se lee en un boletín del Departamento de Estado.
"El Chupeta" coordinaba el envío de cocaína desde Colombia a EU a través de México por vía aérea y marítima (Foto ilustrativa) 

Para completar el último eslabón de su cadena de tráfico de cocaína, El Chupeta mantuvo células y operaciones de lavado de dinero en San Antonio y Houston, por lo que su nombre figuró también en el listado de narcotraficantes especialmente designados de la Oficina del Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

En 1996 el líder del Cártel del Norte Valle fue detenido y condenado a pasar 13 años en una prisión de Colombia, pero fue puesto en libertad en 2001.

El cambio de rostro de El Chupeta

Dispuesto a no pisar nuevamente la cárcel, El Chupeta huyó a Brasil desde donde continuaba coordinando sus actividades delictivas, pero esta ocasión desde un perfil bajo y difícil de rastrear.

Testimonios y reportes de la policía brasileña citados por The Guardian señalan que Juan Carlos Ramírez Abadía no hablaba con nadie, no recibía visitas y las únicas veces que salió de casa fue para someterse a varias sesiones de cirugías plásticas en una clínica ubicada en el barrio Jardins de Sao Paulo.

Declaraciones recuperadas por el periodista Keegan Hamilton durante el juicio de Joaquín El Chapo Guzmán señalan que El Chupeta aceptó haber alterado el aspecto físico de su rostro al cambiar su mandíbula, pómulos, ojos, boca, orejas y nariz.

Además de las cirugías plásticas, Juan Carlos Ramírez Abadía logró evadir a las autoridades de Colombia, Brasil y Estados Unidos al utilizar una serie de documentos y nombres falsos, pues en el momento de su detención El Chupeta se hizo pasar por un ciudadano italiano y usaba un pasaporte expedido en Argentina.

Pese a ello, los acaudalados ingresos económicos que continuaba recibiendo encendieron las alertas de la Policía Federal de Brasil, cuyo personal irrumpió en 2007 en su mansión para arrestarlo y extraditarlo a Estados Unidos en agosto de 2008.

El vínculo con el Cártel de Sinaloa y el testimonio que hundió a 'El Chapo'

Condenan al narco 'Chupeta' a 20 años de prisión; testificó contra 'El Chapo'

Uno de los argumentos más fuertes con los que el abogado de Juan Carlos Ramírez Abadía intentó persuadir al jurado y al juez Brian Cogan para obtener beneficios para su cliente fue su “impecable” cooperación con el Gobierno de Estados Unidos.

Y es que, tras su extradición, El Chupeta se convirtió en un testigo cooperante de otros procesos judiciales que capos mexicanos y colombianos enfrentaban en la llamada Corte de Brooklyn.

Desde Jesús El Rey Zambada -hijo de Ismael El Mayo Zambada- y hasta Joaquín El Chapo Guzmán, el testimonio de Ramírez Abadía expuso los meticulosos nexos que su organización criminal y otras más originarias de Colombia sostuvieron con algunos de los narcotraficantes más poderosos y prolíficos que ha visto nacer México.

En 2018, Juan Carlos Ramírez Abadía subió al estrado de la Corte de Brooklyn y declaró haber trabajado con el Cártel de Sinaloa a lo largo de entre 17 y 18 años enviando cocaína a El Chapo, El Mayo y el Cártel de los hermanos Beltrán Leyva, según da cuenta la reconstrucción del llamado "Juicio del Siglo" realizada por Keegan Hamilton.

El Chupeta aceptó haberse reunido personalmente con Joaquín Guzmán Loera en al menos 10 ocasiones, incluso, detalló que el primer encuentro sucedió en el lobby de un hotel de la Ciudad de México en 1990, en el cual discutieron el envío de avionetas cargadas con cocaína a Estados Unidos a través de México.

El narcotraficante colombiano afirmó haberse reunido con los líderes del Cártel de Sinaloa, incluyendo Ismael 'El Mayo' Zambada

De acuerdo con sus declaraciones, el cofundador del Cártel de Sinaloa le aseguró que sus cargamentos y pilotos estarían seguros, ya que contaba con buenos contactos en la Policía Federal que se encargarían de su protección.

Por su parte, Hiroshi Takahashi indicó en su libro Por esta información mataban: Los compas del Chapo Guzmán (2020)
que el narcotraficante colombiano recién sentenciado admitió que a inicios de 1992 les propuso a sus socios mexicanos cambiar la estrategia en el envío de la droga.

"Les dije que tenía una propuesta para enviar mi cocaína en barcos de pesca a través del Pacífico y que no iba a haber problema porque nadie había usado este método", citó a El Chupeta, Hiroshi Takahashi.

En esa ocasión y según las declaraciones del otrora narcotraficante colombiano, los líderes del Cártel de Sinaloa y los hermanos Beltrán Leyva aceptaron que los cargamentos llegaran a la costa de Guerrero, ya que tenían "un compadre" dentro de la Policía Federal que les facilitaría descargar el narcótico.

En su comparecencia, El Chupeta, también mencionó una visita que le realizó a Juan José Esparragoza Moreno -alias El Azul- en una prisión de México, misma en la que presuntamente estuvieron presentes El Chapo Guzmán, El Mayo Zambada y los hermanos Amado y Vicente Carrillo Fuentes.

Los múltiples detalles que proporcionó el ex líder del Cártel del Norte Valle fueron claves para que el juez Brian Cogan sentenciara a El Chapo a pasar el resto de sus días en una celda de la prisión de máxima seguridad deADX Florence. Pese a ello, la cooperación que El Chupeta sostuvo con el Gobierno de Estados Unidos resultó insuficiente para evadir su propia reclusión.

​ATJ 



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