“El esfuerzo muchos frutos me dio, con la mafia cargo un charolón, mi apá me hizo un niño belicón, a los diez ya cargaba un pistolón”, se les escucha interpretar a Jesús Nolberto Cárdenas Velázquez en uno de los temas que lo posicionaron en la escena de los corridos tumbados.
Mejor conocido como Chuy Montana, el joven de tan solo 19 años se perfiló como un talento promesa del subgénero del regional mexicano llegando a acumular en la plataforma musical de streaming, Spotify, más de 800 mil oyentes mensuales.
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Los pasos agigantados que el intérprete de temas como Porte de Scarface o Qué Bendición estaba dando en su carrera musical lo encaminaron a cumplir su sueño de convertirse en un alto referente de los corridos tumbados, hasta que la violencia que asedia la ciudad fronteriza se lo arrebató.
El salto a la fama y su vínculo con Fuerza Regida
Con una guitarra como acompañante y un talento nato para cantar, Chuy Montana dio sus primeros pasos en la música en las calles de Tijuana, específicamente en el cruce fronterizo de la garita de San Ysidro.
A través de redes sociales se viralizaron videos en los que se aprecia al joven entusiasta interpretar múltiples temas reconocidos y también de su propia autoría pues también era compositor.
Poco a poco Chuy Montana comenzó a ganar popularidad entre los pobladores de San Ysidro, sin embargo, su vida dio un giro de 180 grados luego de que en ese mismo sitio se encontró con integrantes de una de las agrupaciones más exitosas de corridos tumbados de los últimos años: Fuerza Regida.
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Fue el vocalista, Jesús Ortiz Paz, quien se percató de forma casi inmediata del talento del joven tijuanense que cantaba en el paso fronterizo, por lo que no tardó en invitarlo a formar parte de su disquera Street Mob Records.
Aquel primer encuentro fue registrado en una grabación que el integrante de Fuerza Regida compartió en su cuenta de TikTok, en donde se le aprecia viajar en su camioneta mientras Chuy Montana le interpreta desde afuera el tema Porte de Scarface.
Tras comentarle que tenía aproximadamente mil 800 canciones escritas, Jesús Ortiz Paz no dudó en proponerle en ese mismo instante firmarlo en su compañía.
“¿Lo firmamos aquí o qué, se anima a firmar a la empresa o qué?”, le preguntó el vocalista de Fuerza Regida al talentoso joven.
Aquel golpe de suerte puso ante los reflectores a Chuy Montana, quien con su característica voz y talento como compositor logró acumular millones de reproducciones en las canciones que alcanzó a grabar en solitario y en colaboración con la popular agrupación.
De acuerdo con métricas de Spotify, el tema con el que lo descubrió Jesús Ortiz Paz cuenta con más de 22 millones de reproducciones y hace un par de meses estrenó el sencillo Ramos Buchones, el cual se ha disparado en plataformas musicales luego de que trascendiera la sensible noticia de la muerte del joven.
Narcocorridos y la crítica por la supuesta apología al narcotráfico
La noche del pasado 7 de febrero, diversos medios de comunicación locales comenzaron a reportar el asesinato de un hombre a un costado de la carretera libre Tijuana-Playas de Rosarito. Horas más tarde se confirmó que la identidad de la víctima correspondía a Chuy Montana.
Los primeros reportes indicaron que el joven había sido privado de la libertad pues se encontraba con las manos esposadas y con múltiples golpes en el lado derecho de la espalda baja. Heridas por arma de fuego provocaron la muerte del cantante, frustrando a toda costa su sueño de convertirse en un gran exponente de los corridos tumbados.
Tras darse a conocer el lamentable suceso, la opinión pública se dividió entre quienes exigen a autoridades justicia por el asesinato de Chuy Montana y quienes aseguran que ese es el único destino que pueden esperar aquellos cantantes que hacen apología a la delincuencia organizada en sus canciones.
Y es que, con la creciente popularidad del subgénero del regional mexicano, se abrió un debate sobre las composiciones que parte de la ciudadanía considera que “glorifica” a narcotraficantes y las actividades delictivas que perpetran en el país.
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Aquella premisa ha orillado a autoridades estatales y municipales a prohibir o multar a cantantes que en su repertorio tengan canciones que hagan alusión al tráfico de drogas, armas o a alguna organización delictiva. No obstante, dichas medidas no han frenado el éxito que ha alcanzado Fuerza Regida u otros exponentes como Peso Pluma, Natanael Cano o Junior H.
"Quienes proponen la censura apelan a la protección de la niñez y juventud de las influencias nocivas de los corridos; pero si esta lógica es llevada hasta sus últimas consecuencias, prácticamente se dejaría sin programación a la radio y la televisión. Sin embargo, el ser humano es mucho más complejo y no por escuchar el contenido de esta música, al día siguiente se va a comprar una ametralladora para convertirse en narcotraficante", explica el Doctor en Sociología, Luis Astorga, en un boletín publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Adicionalmente, el académico apunta en su estudio que los narcocorridos abren un abanico de posibilidades para investigar al narcotráfico pues en las composiciones se reflejan fenómenos sociales con un lenguaje sencillo, popular, directo y fácil.
De este modo, el éxito del subgénero podría explicarse con la simpatía que las audiencias generan con los exponentes que, al igual que ellos, crecieron y viven en el mismo contexto violento que relatan en sus canciones.
Tijuana y el asedio de la delincuencia organizada a los corridos tumbados
Chuy Montana fue asesinado en Tijuana, Baja California, la misma ciudad en donde meses atrás el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) emitió una serie de amenazas en contra de exponentes de corridos tumbados entre los que destacó Peso Pluma y sus socios Fuerza Regida.
"Esto es para ustedes putit*s de Fuerza Regida. Les vamos a dar en su madre el día 6 de octubre en TJ será su última presentación de su perra vida. Att. CJNG", se lee en una manta que apareció en la ciudad fronteriza previo a la presentación de la aclamada agrupación en el Estadio Caliente.
Para salvaguardar la vida de los integrantes y su equipo, la agrupación optó por cancelar su presentación y, aunque no es la primera vez que exponentes del regional mexicano son intimidados por grupos delictivos, dicha situación también dejó entrever parte del conflicto que grandes organizaciones protagonizan por el control de la ciudad fronteriza.
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De acuerdo con el informe Presencia del Crimen Organizado en México realizado por AC Consultores -obtenido tras el hackeo de Guacamaya a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y consultado por MILENIO- en Tijuana operan cinco grupos delictivos: el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Niño Serrano, Los Omegas y remanentes del Cártel de los Arellano Félix.
No obstante, son el también llamado cártel de las cuatro letras y la organización criminal que encabezan los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, quienes han desatado una sanguinaria disputa para controlar las principales rutas del tráfico de drogas en Tijuana.
Bajo ese tenor, se especuló que las múltiples canciones de Fuerza Regida que hacen referencia al Cártel de Sinaloa fueron lo que motivaron las amenazas del grupo rival que encabeza Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.
Aunque será labor de la Fiscalía General del Estado (FGE) investigar si el cártel de las cuatro letras tuvo relación con el asesinato de Chuy Montana, Tijuana continúa consolidándose como una de las ciudades más peligrosas para los exponentes de corridos tumbados.
ATJ