La magistrada Maria Emilia Molina, ex integrante del Comité de Evaluación del Poder Judicial de la Federación (PJF), aseguró que se cumplió con los tiempos y requerimientos solicitados durante todo el proceso de selección de aspirantes a jueces, ministros y magistrados.
Destacó que el Comité de Evaluación del PJF cumplió con las fechas del proceso escrupulosamente, incluso mejor que el Senado de la República, quien —señaló— no llegó a tiempo en los primeros requerimientos.
"Se cumplió escrupulosamente con todas y cada uno de los tiempos que dijo el Senado, el propio Senado no cumplió con las primeras fechas. Nosotros ya habíamos cumplido, estábamos trabajando en hacer estos cuestionarios cuando nos ordenan suspender", explicó durante una entrevista con Jaime Núñez para MILENIO Televisión.
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Por su parte, Emilia Molina indicó que se está viviendo una batalla con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), quien en el pasado ya ha señalado que cualquier Comité de Evaluación —Legislativo, Ejecutivo o Judicial— está facultado para evaluar la idoneidad de los candidatos.
Durante la entrevista, la magistrada acusó que "la Reforma Constitucional (sobre la elección de juzgadores) tiene enormes fallas y cero requisitos para obtener los perfiles idóneos para ser persona juzgadora. Podíamos buscar mecanismos, dentro de este orden constitucional, que llevaran a tener mejores jueces".
¿Por qué renunciaron los integrantes del Comité?
Sobre la renuncia de los integrantes del Comité de Evaluación del PJF, la magistrada explicó que se estaban enfrentando a resoluciones contradictorias, ya que, por un lado, existía una orden para suspender las actividades relacionadas con este proceso, pero por el otro había organismos solicitando que se reanudara.
"Teníamos resoluciones contradictorias jurídicas, porque evidentemente como ya lo habíamos comentado: una era desacatar. Las dos opciones eran igualmente ilegales".
Ante este panorama explicó los integrantes del Comité buscaron una salida para evitar demandas y arrestados, en lo que las contradicciones se resolvían.
"Nosotros le solicitamos a la Suprema Corte que resolviera. Tras aceptar esta solicitud (la renuncia) abren un incidente de cumplimiento y le dan estas facultades a otro Poder (...) Nosotros no la habíamos comenzado porque, recordemos que cuando nos notifican la primera suspensión, no fue una orden de la SCJN, si no fue una orden de jueces de distrito, presentados por particulares, con la aplicación de exámenes. Consideramos que no estaban más allá de lo que dice la Constitución".
Sobre su futuro, Maria Emilia Molina acusó que estaban trabajando por honorarios, por lo que tras su renuncia al Comité continuarán su trabajo particular en la brusquedad para defender los derechos humanos.
RM