Los centros de internamiento para adolescentes de la Ciudad de México se mantienen en "alerta permanente" para detectar casos de coronavirus Covid-19 y activan protocolos de prevención como la supervisión de 15 días a jóvenes de nuevo ingreso antes de incorporarlos con el resto para evitar propagaciones.
En videoconferencia con Justicia Juvenil Internacional, Jorge Guillermo Apaez, director general de Atención Especializada para Adolescentes en la Ciudad de México, explicó que no es posible detener el ingreso de jóvenes a estos centros, pero cuentan con medidas y protocolos de prevención que ya fueron comunicados y avalados por los familiares de los internos.
Detalló que primero se prohibieron las visitas de personas de la tercera edad y luego se restringieron las que realizan el resto de sus amigos y familiares, implementando un programa de videollamadas para que puedan tener comunicación con sus seres queridos.
Esta semana, dijo, se adquirieron tres teléfonos celulares para agilizar el que los 55 adolescentes de internamiento y los 65 preventivos puedan ejercer este derecho.
“Esto ha ayudado porque baja la angustia de los muchachos, están cerca de sus seres queridos y lo apoyamos con psicólogos porque también hay llamadas que los dejan inquietos si tienen algún altercado, por ejemplo, con sus novias”.
En cuanto a las medidas de higiene cuentan con gel antibacterial, cubrebocas para el personal y toma de temperatura diaria en el ingreso de los centros y al interior para los jóvenes.
Cada centro cuenta con un área de atención médica y existen protocolos de acción si se llegan a detectar casos sospechosos. Los de nuevo ingreso están aislados del resto por el tiempo de cuarentena hasta descartar síntomas.
“En el caso de internamiento preventivo llegan chicos directamente de la calle y la primera acción que tenemos que hacer es un certificado médico, lo revisan, ven en qué condiciones se encuentra y pasan a un espacio de prevención donde están 15 días para ver la evolución de la salud del adolescente, no están aislados, sino que realizan actividades controladas, se trata específicamente con las características de cada chico. Si tiene un síntoma sospechoso, se le da seguimiento y no se le involucra con el resto, tiene un diagnóstico y un tratamiento para que se le pueda tratar adecuadamente.
“Si un chico viene con problema de Covid-19 hay un protocolo. Si lo detectamos al interior del centro lo revisan, lo determina como caso sospechoso, lo remite al área médica, está en observación y el dormitorio en donde estuvo el chico con los demás lo mantenemos en observación y no se relacionan con el resto de la población, así se mantendrá ese protocolo durante los 15 días”.
Fue claro que si alguno de estos casos llega a empeorar, no serán remitidos a la Torre Médica mayor del Centro Penitenciario de la Ciudad de México, pues éste será de uso exclusivo para adultos mayores, pero cuentan con una clínica alterna para tratar al resto de los internos.
“De modo que tenemos previsto desde la revisión de ingresos hasta casos catastróficos”.
El magistrado presidente del Tribunal para Menores Infractores del Poder Judicial de Durango, Alejandro Ramón Fuentes, explicó que la ley indica que el internamiento es la medida más extrema por lo que los jueces sí podrían avalar otras alternativas de resguardo domiciliario.
Aunque puso como ejemplo que en Durango fue remitido a internamiento un joven hace unos días porque tenía fuertes problemas de adicciones y sería más peligroso dejarlo en casa.
Destacó que están proponiendo además audiencias virtuales, a fin de que ni los jóvenes, ni los jueces ni el personal acudan a una sala.