El activista Julián LeBarón denunció anoche que las comunicaciones y el servicio de Internet fueron cortados en el municipio de Galeana, Chihuahua, por lo que temía por la seguridad de su familia; más tarde, Adrián LeBarón afirmó que se trató de un hecho inusual en su comunidad y no descartó que tenga relación con los hechos del pasado lunes.
El padre y abuelo de cinco de las nueve víctimas, logró comunicarse a MILENIO Televisión, a través de un teléfono convencional, y aseguró que “nunca había pasado una cosa parecida” en la zona, por lo que pidió a las autoridades, así como a la sociedad, que no los abandonen.
Dijo que ayer estaban en el funeral de la última persona de la familia que aún no había sido sepultada cuando se enteraron de que “se acabaron los servicios de telefonía e internet”, lo que les generó temor e incertidumbre.
“Ahorita le estoy hablando de uno de esos teléfonos antigüitos de los que uno se enchufaba al cable, de ahí les estoy hablando... nunca había pasado una cosa parecida y no sabemos a quién decirle.
“Mi mensaje es muy básico, tengo mi corazón sangrando porque asesinaron, calcinaron y balacearon a mi hija, a mis cuatro nietos, acabo de enterrar a mi hija y con mi corazón sangrando les pido que estén conmigo en mi dolor y que no nos abandonen”.
Alrededor de las 22:30 horas, Julián LeBarón dio a conocer en Twitter que el servicio de telefonía e internet se normalizó. Minutos antes dio a conocer que le reportaron que hubo un corte de fibra de Telmex.
Christina Langford Johnson fue la última víctima en ser velada y enterrada por sus familiares en una ceremonia en un templo central de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la comunidad de Galeana.
Más de 400 personas provenientes de EU despidieron a la mujer que perdió la vida el pasado lunes en Bavispe, Sonora, a manos del crimen organizado. Su madre, Amelia Langford, la describió como una hija ejemplar y una madre de familia protectora.
Destacó la valentía que tuvo en sus últimos instantes de vida para poner a salvo a su hija Faith Marie, de siete meses, quien sobrevivió al ataque “de milagro”.
Christina, quien en 19 días cumpliría 31, viajaba con su bebé en la segunda camioneta que fue emboscada. De acuerdo con las indagatorias, al momento del tiroteo Christina escondió a Faith Marie en el piso y salió con las manos arriba para pedir clemencia.