Antes de ser asesinado, el martes 31 de mayo, Francisco García Marroquín, dirigente del transporte público en la región centro de Guerrero, fue amenazado de muerte; lo comentó con varios de sus compañeros.
Jesús Echeverría, presidente de la Asociación de Transportistas de Guerrero, que opera en la zona del Valle de Chilpancingo, aseguró que su compañero tenía amenazas de un grupo del crimen organizado.
La causa es que le habían exigido pagar grandes cantidades de dinero, “de lo contrario, comenzarían a matar a sus choferes”.
Cuestionado sobre las declaraciones de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, sobre la infiltración del crimen organizado en las protestas de este miércoles, Echeverría manifestó que todo aquel transportista “que ande en malos pasos” debe ser detenido, para que se le sancione conforme a derecho.
Sin embargo, se pronunció a favor de que todas las acusaciones de investiguen a fondo y que de ninguna manera se cometa un linchamiento mediático.
“Que no se dejen guiar por acusaciones sin fundamento como las que se publican en redes sociales”, sostuvo.
Lo anterior, porque Jesús Echeverría fue acusado en redes sociales de “bajar” a sus compañeros del Valle, una amenaza del crimen organizado para conminarlos a presentarse en Chilpancingo y cerrar la Autopista del Sol, con la pena de ser sancionados, aunque en un audio difundido en las redes se clara: “Serán sancionados, pero no por nosotros, si no por el de allá arriba”.
FMU