Fuerzas federales y estatales incursionaron en las zonas limítrofes de Michoacán con los estados de Jalisco y Estado de México, para reforzar el combate al crimen organizado.
El despliegue militar y policial tienen como propósito disminuir la virulencia de los grupos delictivos.
La nueva incursión en esas regiones del país son contra el Cártel Jalisco Nueva Generación y contra la Familia Michoacana.
Por aire y tierra inició el despliegue de elementos, donde se utilizan helicópteros y vehículos terrestres.
Las fuerzas armadas no han precisado el número de soldados que participan.
Sin embargo, el operativo en general suma a centenares de uniformados.
Las movilizaciones de seguridad se realizan en un marco de coordinación interinstitucional con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardias Civil de Michoacán y la Guardia Nacional.
La Secretaría de Seguridad Pública estatal informó que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla ordenó reforzar las labores de vigilancia aérea y disuasión del delito en la zona sierra de los municipios que colindan con Jalisco y el Estado de México.
Por ello, se intensificaron los patrullajes de reconocimiento y la presencia policial a través de vigilancia aérea y terrestre en diversas localidades de Jungapeo, Ocampo, Tuzantla, Tuxpan, Zitácuaro, y Susupuato, por su colindancia con el Estado de México.
Y paralelamente, asimismo, se desplegó un dispositivo de seguridad mediante módulos de inspección itinerantes, vigilancia aérea y diversas labores enfocadas a frenar la comisión delictiva y cumplimentar órdenes de aprehensión en los municipios que comprenden la región Jiquilpan que limitan con Jalisco.
HCM