Los 92 policías municipales de Cadereyta fueron desarmados y acuartelados en la Secretaría de Seguridad de esa ciudad.
En entrevista, al salir de la reunión semanal del Gabinete de Seguridad, Bernardo González Garza, secretario de la corporación estatal, calificó como pacífica la medida de tomar el control de la Policía de ese municipio.
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"Hubo un desarme total de los elementos del municipio, se están revisando las armas que estaban bajo el amparo oficial colectivo de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Estado.
"Todos los elementos desde ayer y hoy, sometidos a las pruebas de control de confianza, en especial a la pruebas toxicológica, y ya el CISEC los irá mandando llamar para que el cien por ciento de los elementos sean evaluados de nueva cuenta", dijo.
Este lunes en forma inédita y tras casi una década de no hacer una declaratoria de este tipo, el Gobierno de Nuevo de León asumió el control de la seguridad pública del municipio de Cadereyta.
Ante la falta de confianza de los mandos de la Policía de ese municipio y el incremento de delitos de alto impacto como homicidios y robos, el gobernador Manuel González Flores hizo la declaratoria formal de la medida para implementarla durante 60 días.
Dijo que de 72 policías municipales no eran aptos 19 para cumplir su función y que no cumplían con sus exámenes de confianza.
La declaratoria comprende el despliegue de 120 elementos estatales.
El alcalde de Cadereyta, Santiago Preciado Robles, acudió a la reunión de seguridad en Palacio de Gobierno, pero evadió a los medios de comunicación pues salió por otra puerta diferente a la que lo hicieron los demás munícipes y funcionarios estatales.