Siete personas fueron detenidas tras el asesinato de un mando de la Policía Municipal en Tijuana, dos son partícipes directos en el ataque ocurrido el 14 de mayo, declaró María Elena Andrade Ramírez, fiscal general en Baja California.
“Dos directamente relacionados con los hechos, uno al cual se le ejecutó una orden de aprehensión el día de ayer en uno de los cateos”, mencionó en conferencia de prensa sobre el crimen del Jefe de la Zona Centro, Julio César Silva Herrera, caso que conmocionó a la población por la honestidad del informado.
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También refirió que aún investigan si ese homicidio tiene relación con el atentado a un subjefe de esa misma policía, ocurrido la mañana del 10 de mayo, cuando salió ileso.
¿Cómo fue el ataque?
Por el caso del policía Lenin Guillermo Salazar Reséndiz, a quien encontraron asesinado la mañana del 15 de mayo en su casa en construcción, declaró la fiscal que la indagatoria avanza y se relaciona a su entorno personal.
Sobre la ejecución del policía Christian Azael Martínez Conde, que tenía dos años incapacitado, mencionó que es muy distinto a los casos anteriores, además de que tenía múltiples arrestos por posesión de armas de fuego.
“Hace años también fue remitido a la FGR a la Ciudad de México, tengo entendido que fue arraigado, relacionado como sospechoso de investigaciones del fuero federal, y es bien importante ahí el entorno personal o las actividades que desempeñaba este agente, que no estaba en funciones”, concluyó la Fiscal de Baja California.
Asesina al jefe Silva
Una llamada telefónica amenazante fue la que recibió El jefe Silva, después "los mandó a la 'chingada'", describió un policía sobre la valentía de su compañero, a quien asesinaron por la espalda el 14 de mayo después de salir de su casa rumbo a la zona centro de la ciudad, donde era jefe de Distrito.
En esta ciudad fronteriza, los agentes de la Policía Municipal no se atreven a dar entrevistas revelando su identidad por miedo a represalias administrativas de sus mandos por explicar cómo todos los días deben enfrentarse a criminales y además con déficit de elementos.
Prefieren callar y así tener la oportunidad de salir a las calles a patrullar para poder arrestar a quienes delinquen, ya sea un ladrón que robó un bolso a una mujer o un sicario armado, antes o después de atentar contra sus rivales en la venta de drogas.
RM