Cae banda criminal que traficaba migrantes, armas y drogas en Oaxaca

La información sobre una probable red criminal integrada por migrantes originarios Oaxaca, comenzó a trascender a partir de sucesos violentos registrados en Arizona, Estados Unidos.

El activista Oaxaqueño, Joaquín Galván, mencionó que las detenciones se hicieron hace tres meses con apoyo de la Guardia Nacional (Omar Gasga)
Omar Gasga Pérez
Oaxaca, México /

El activista oaxaqueño Joaquín Galván, informó que cinco integrantes de una red dedicada al tráfico de migrantes, armas y drogas, que realizaba operaciones desde la sierra mixe-zapoteca y hasta Arizona, fueron vinculados a proceso.

Los presunto traficantes se encuentran recluidos en el centro de readaptación social federal número 13, ubicado en Mengolí de Morelos, Miahuatlán, Oaxaca.

De acuerdo con el defensor de derechos humanos de la zona mixe de Oaxaca, las detenciones de los implicados en este red delincuencial se llevaron a cabo hace tres meses.

“No lo quise hacer público hasta que estuvieran vinculados a proceso formalmente porque durante ese tiempo distintas situaciones legales pudieron haberlos puesto en libertad. Son cinco operadores principales los que están detenidos por delitos de orden federal, asociación delictuosa, portación de armas de uso exclusivo, entre otros”, dijo en entrevista vía telefónica con MILENIO.

La información sobre una probable red criminal integrada por migrantes originarios de Santo Domingo Tepuxtepec, Oaxaca, comenzó a trascender a partir de sucesos violentos registrados en Arizona, Estados Unidos, donde fueron asesinados tres migrantes oaxaqueños.

En febrero de 2022, el consulado general de México en Phoenix confirmó que tres indígenas originarios de Tepuxtepec, comunidad ubicada en la sierra norte de Oaxaca, fueron ultimados y sus cuerpos abandonados en un lote baldío de esa ciudad.

En esa ocasión las víctimas fueron identificadas como Herminio e Isauro Martínez, así como Abimael Jiménez, quienes apenas cinco meses atrás habían migrado a Estados Unidos para trabajar en distintos oficios.

“A partir de esa situación salieron a la luz las complejidades y redes de delitos que este grupo criminal venía cometiendo no sólo en Estados Unidos, sino también en la frontera y en Oaxaca”, aseveró.

Desde entonces, Galván solicitó a la Fiscalía General de Oaxaca, en ese momento a cargo de Arturo Peibert Calvo, investigar la existencia de una banda dedicada al tráfico de migrantes de la zona mixe-zapoteca, de donde el denunciante es originario.

“Yo empecé exigiendo a la Fiscalía de Peimbert Calvo, que ya ni siquiera es fiscal, quien hizo caso omiso al tema. Tuve que llevarlo directamente a la Secretaría de Gobernación, donde afortunadamente se logró una colaboración institucional”, recuerda.

Joaquín Galván consideró que fue gracias al mecanismo de protección federal con el que cuenta como defensor de derechos que se establecieron colaboraciones institucionales con la Fiscalía General de la República (FGR), la Guardia Nacional y el Ejército mexicano para darle seguimiento a sus denuncias, una de las cuales está consignada a través de la carpeta de investigación FED/OAX/OAX/0001229/2023.

El activista afirmó que, junto con elementos de la Guardia Nacional y el Ejército mexicano, responsables de su custodia, se generaron distintas actividades de seguridad en la zona mixe donde vive.

“Yo tenía bastante bien ubicados a distintos miembros principales y estratégicos de esta red, y ya con ayuda de estas instituciones poco a poco pudimos ir dando con los miembros claves de esta red de tráfico. Tres son oriundos de Oaxaca, entre ellos el líder, y dos son de la zona norte del país”, comentó.

Lo que sigue ahora es trabajar para que, la FGR como la policía de Estados Unidos, pueda hacerlos responsables de cada uno de delitos graves en que han estado involucrados los cinco implicados, aseguró.

Galván también afirmó que los dos principales líderes de esta celula delictiva buscaron intimadarlo. “Me mandaron a decir "La muerte te está siguiendo", pero no les dimos el gusto del miedo. Aquí estamos y vamos a seguir”
“Ha sido un trabajo de casi dos años y aunque en un principio no encontraba eco en ninguna dependencia tratamos de no desistir hasta que esto ya llegó a judicializarse. Me siento muy agradecido y acompañado de los elementos que han estado conmigo al pendiente de mi seguridad y de la situación en general. Con eso se ha logrado dar con esta red de tráfico, no solo de personas, sino de armas. Aquí en la zona manejan mucho el cristal, drogas sintéticas que son muy delicadas”, sostiene.

VJHM

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