La policía del Estado de México recibió una denuncia anónima en la que referían que personas robaban mercancía de una empresa dedicada a la comercialización de textiles, productos químicos y de reciclaje; los delincuentes eran empleados quienes incluso, en complicidad con sujetos de nacionalidad extranjera, vaciaban los tráileres que transportaban la mercancía y cometían "robos hormiga".
Elementos de la Dirección General de Combate al Robo de Vehículos y Transporte (DGCRVyT) en la zona del Valle de México tomaron conocimiento de los hechos e iniciaron las labores de inteligencia y campo correspondientes logrando en aproximadamente siete horas asestar un golpe contra un grupo delictivo el 9 de noviembre pasado.
El comandante Hugo Carlos, encargado de los grupos de investigación de la DGCRVy, contó a MILENIO que tras investigar los hechos, confirmaron que los sospechosos eran trabajadores registrados en la empresa, los cuales cometían “robos hormiga” llevándose material del establecimiento. Los delincuentes ingresaban a las instalaciones para sacar gorras y sombrillas, cuyo valor en el mercado es de hasta siete mil pesos cada pieza.
Para detenerlos, la policía mexiquense, con conocimiento del dueño de la empresa, cargaron un camión International 2077 blanco, en el que pusieron localizadores GPS, para poder darle seguimiento y detenerlos. Las autoridades sabían que entre los implicados había una montacarguista, un ayudante de almacén general, un hondureño y un mexicano, estos dos últimos ajenos a la empresa.
“Estábamos comiendo, nos vieron armados y se acercó una persona y preguntó si éramos de alguna institución. Nos identificamos y es cuando esta persona nos comenta toda esta situación. Le dejé mi número telefónico para que por seguridad no la vieran muy cerca de nosotros y es como empezamos a entablar la comunicación. Ya derivado de eso, la persona nos acerca al dueño de la empresa; fue tres días antes de la detención”, contó.
El comandante recuerda que el dueño de la empresa comentó que ya había denunciado los hechos al 089, pero no fue atendido. Derivado de ello, el hombre supo que los trabajadores se ponían de acuerdo para ingresar a la empresa, de modo que para evitar que no entraran, en el camión que traía GPS—el cual se dirigía a Teoloyucan y debía regresar a Tultitlán— se colocó mercancía que era de interés para los delincuentes.
“Los estuvimos escoltando en todos los movimientos que la persona iba a hacer, a la hora de que llegó el trailero trazó su ruta normal a Teoloyucan, se queda un rato dentro de la bodega y vuelve a salir. En el regreso es cuando la persona comienza a hacer movimientos inusuales. Se metió a una gasolinería y llegaron dos carros, entablan conversación con él, salen de la gasolinería y ya los teníamos con vigilancia móvil y fija”, contó.
Ese día, los mandos en campo se percataron de que el conductor del tráiler se movió hacia la parte trasera de una gasolinería en la colonia Los Reyes, “una zona muy oscura”, junto con dos carros. En ese momento, comenzaron a bajar la mercancía de la unidad, pero fueron interceptados por los elementos de la SSP del Estado de México a las 21:58 horas del 9 de noviembre.
La policía mexiquense empleó un estado de fuerza de dos automóviles oficiales no cromatizados con los logotipos de la dependencia y nueve elementos de la corporación, quienes participaron en labores de vigilancia fija y móvil para no perder la vista de los ladrones.
“En todo momento se tuvo comunicación con el dueño de la empresa informando todos los movimientos, a lo cual él nos dijo que (el chofer del tráiler) no tenía permitido hacer esa parada o verse con alguien más. Ahí notamos que la persona iba a hacer lo que ya habían acordado. En el momento en que vemos que comienzan a bajar mercancía, el dueño dijo que sí era su mercancía y se la estaban robando, por lo que llegamos.
“Para que no se suscitara un enfrentamiento, llegamos identificándonos y con las luces de los vehículos y las personas quieren huir, pero en ese momento los detuvimos y les comentamos la situación y nos dieran una carta factura de la mercancía, pero ninguno de ellos la acredita. Comienzan a aventarse la bolita, me dicen ‘no es mía, es de él’”, relató el agente.
El conductor del tráiler, recuerda que se quedó parado “pensando que podía decir que él sólo era trabajador de la empresa y que no tenía ningún tipo de problema”, en tanto, los otros dos intentaron correr, mientras que una montacarguista y un ayudante de almacén general estaban en la caja del tráiler porque eran quienes bajaban mercancía a la banqueta y el chofer a su vez la pasaba al hondureño y su cómplice.
Sobornos para huir
Una vez detenidos, el delincuente de nacionalidad extranjera ofreció dinero a los policías para que no los arrestaran, mientras que el chofer dijo ‘sabes qué, tengo tanto, dame 10 minutos y te traigo tanto, y ahí que quede’. Al ser trasladados en la patrulla, el conductor se mostraba nervioso y el hondureño aseguró que eran parte de una célula delictiva mencionado el nombre de su líder, pero que le dieran una oportunidad de hacer una llamada y les daría dinero así como los papeles de su carro.
“Comenzó a querer sobornarlos. El operador, sí efectivamente, nos dijo que la mercancía la iban a dejar en tanto y al día siguiente le iban a hacer una transferencia”, relató el mando.
El comandante Hugo Carlos les hizo de conocimiento que serían detenidos por encubrimiento por pasar mercancía de un lugar a otro sin probar la legitimidad de la mercancía, pero posteriormente el jurídico de la empresa los acusó de robo.
Se sabe que el hondureño y el mexicano, ambos externos a la empresa, están vinculados a proceso al ser señalados de formar parte de una banda que se dedica al robo de transporte de carga con violencia.
Las autoridades han detenido a varios integrantes del grupo delictivo al cual se les han desmantelado predios donde escondían mercancía, pero dos de sus principales líderes han sido capturados, en tanto la policía aún busca a uno más.
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