Grupos criminales e involucrados en actos de corrupción abandonaron el sistema financiero al verse acorralados por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), volvieron al efectivo y comenzaron a innovar con monedas virtuales que México no rastrea.
Estas acciones generaron un desplome en el congelamiento de cuentas bancarias de 65 por ciento durante 2021, pasando de la cifra histórica de 22 mil bloqueos en 2020 a más de 7 mil este año.
Un informe interno de la UIF entregado al Presidente de la República en las mesas de seguridad matutinas, que cubre de enero a septiembre de cada año, exhibe que los golpes a grupos criminales, políticos, empresas fantasmas, evasores fiscales e implicados en actos de corrupción y lavado de dinero resultaron contraproducentes, porque migraron al efectivo y a las monedas virtuales.
MILENIO reveló en febrero de 2020 que la UIF detectó que grupos del crimen organizado comenzaron a utilizar el bitcoin para escapar del rastreo de las autoridades, al ser una moneda no reconocida por el Banco de México.
Esta migración se reforzó durante la pandemia, pues al estar paralizadas las actividades presenciales estas bandas, principalmente de trata de personas y explotación sexual, comenzaron a promoverse en redes sociales exigiendo cobros virtuales.
El más reciente informe de la UIF, que contempla el periodo del ex titular Santiago Nieto, confirma que las operaciones con activos virtuales se detonaron en 2019, ya que antes no se contaba con ningún registro desde que se comenzó a recibir este tipo de información en 2013.
Fue hasta 2019 cuando se dieron mil 554 avisos y 3 mil 225 en los primeros nueve meses de 2021, aunque la UIF se encuentra limitada a indagar estos rastreos mientras el Banco de México no reconozca en el país el uso de monedas virtuales.
En contraste, con esta nueva vía de escape para los criminales, el bloqueo de cuentas se desplomó pasando de 184 acuerdos que incluían a mil 371 personas en 2019, a 87 acuerdos en 2021 con mil 195 implicados.
En concreto, en 2019 se bloquearon 12 mil 904 cuentas y en el siguiente año se disparó a 22 mil 100, mientras que hasta septiembre de 2021 solo se habían congelado 7 mil 782, número similar al de 2016, con Enrique Peña Nieto, cuando se bloquearon 7 mil 161, cifra más alta en ese gobierno.
Los montos involucrados también revelan una gran diferencia: en 2019 se congelaron 3 mil 437 millones 99 mil 172.78 pesos; en 2020, mil 888 millones 20 mil 944.86 pesos, y en 2021 mil 163 millones 302 mil 921.94 pesos.
En cuanto a monedas extranjeras, en 2020 se bloquearon 290 millones 897 mil 64.36 dólares, a diferencia de los 42 millones de 2019 y los 6.7 millones en 2021. Así como 15 mil 590 euros en 2020 comparado con los 877 euros de 2019 y los 2 mil 143 de 2021. Los amparos para liberar cuentas bancarias también cayeron de mil 371 el año pasado a 992 en este 2021.
Las instituciones bancarias registraron menos alertas a la UIF, que recibió 25 millones en 2020 y 21 millones en 2021. A detalle, las operaciones relevantes por un monto igual o superior a 7 mil 500 dólares pasaron de 9.8 millones de reportes en 2019 a 8.2 millones en 2020 y 7.3 millones en 2021.
Mientras que las operaciones inusuales, que no son normales en los antecedentes o actividades conocidas de los clientes, pasaron de 590 mil 682 en 2019 a 376 mil 375 en 2020 y apenas se detectaron 172 mil 329 en 2021.
El trabajo para el fiscal de la República, Alejandro Gertz Manero, también se aligeró. En 2019 se registraron 161 denuncias, récord histórico desde la creación de la UIF que representó 189 por ciento más que las 85 presentadas en el último año del gobierno de Peña Nieto. En 2020 fueron 130 y en 2021 van 199.
ledz