‘El Chapo’ Guzmán: la vida entre prisiones y reflectores de las hijas que tuvo con Emma Coronel

Una vez más, el juez Brian M. Cogan le negó a Joaquín Guzmán Loera, cofundador del Cártel de Sinaloa, recibir la visita de su esposa y realizar llamadas telefónicas desde su reclusión en una cárcel de supermáxima seguridad en EU.

El Chapo Guzmán y las veces que las gemelas que tuvo con Emma Coronel lo visitaron en prisión | Milenio
Anel Tello
Ciudad de México /

Encabezar al Cártel de Sinaloa y haber participado en actividades de narcotráfico desde enero de 1989 hasta diciembre de 2014 catapultaron a Joaquín Guzmán Loera a la fama mundial, a la lista de los fugitivos más buscados y a un tortuoso destino que ahora enfrenta desde una cárcel de máxima seguridad en Estados Unidos.

Desde su tercera y definitiva detención en México, hasta su extradición y sentencia en el país de las barras y las estrellas, la vida de El Chapo dio un giro de 180 grados. Atrás quedaron los lujos y privilegios que gozó en libertad, incluyendo también la oportunidad de reunirse nuevamente con su familia.

Recientemente, el juez Brian M. Cogan le negó otra vez al cofundador del Cártel de Sinaloa la oportunidad de recibir la visita o llamadas de su esposa Emma Coronel y de las dos hijas que tienen en común.

Pese a que la ex reina de belleza se encuentra en libertad supervisada y las menores de edad son ciudadanas americanas, el Buró de Prisiones estadunidense mantiene firmes las estrictas Medidas Administrativas Especiales (SAM, por sus siglas en inglés) que le fueron impuestas a Guzmán Loera por su perfil criminal.

El aislamiento social es solo una de las múltiples consecuencias que El Chapo enfrenta por su historial delictivo, sin embargo, su legado criminal tuvo también repercusiones directas en la vida de sus hijos, especialmente en Los Chapitos y en las gemelas que tuvo con Emma Coronel.

Emma Coronel y las gemelas: el ‘talón de aquiles’ de Joaquín Guzmán Loera

"Un excelente padre, amigo, hermano, hijo, pareja", así describió Emma Coronel al Chapo Guzmán (EFE)

Tras dos matrimonios previos, la belleza y personalidad de una joven Emma Coronel lograron acaparar la atención del entonces jefe del Cártel de Sinaloa en fiestas patronales de diversas comunidades del llamado Triángulo Dorado.

El Chapo había logrado fugarse del penal de Puente Grande en Jalisco y se encontraba dispuesto a seguir encabezando su red de tráfico de drogas internacional y los beneficios que el lucrativo negocio trajera con ello, lo que incluía un nuevo romance.

Ya para 2007, Joaquín Guzmán Loera y Emma Coronel se casaron y años más tarde -en 2012- se convirtieron en padres de unas gemelas cuya vida ha estado siempre marcada por la sombra del Cártel de Sinaloa.

Un claro ejemplo de ello fue la segunda detención de El Chapo ocurrida en febrero de 2014 en Mazatlán. Aquella madrugada, el otrora narcotraficante se encontraba con su esposa e hijas en los condominios Miramar cuando fueron sorprendidos por un operativo desplegado por autoridades federales en coordinación con agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).

Crónicas de la época dan cuenta de que, supuestamente, Joaquín Guzmán Loera habría relajado su seguridad para disfrutar de la compañía de su esposa e hijas, una decisión que le valió su detención, un número de preso y una celda en el Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 1 en Almoloya de Juárez, Estado de México.

El Altiplano, la segunda fuga y Emma Coronel

El Chapo logró fugarse del penal del Altiplano | Especial

Durante el tiempo que El Chapo estuvo recluido en el también llamado penal de El Altiplano se le permitió recibir la visita tanto de Emma Coronel como de las gemelas. Años más tarde, autoridades lograrían constatar el papel clave que la ex reina de belleza jugó para planear la segunda fuga de su esposo de un penal federal en 2015.

La hazaña que El Chapo protagonizó al escapar de El Altiplano a través de un túnel subterráneo acaparó no solo la portada de los medios de comunicación más importantes del país y del extranjero, sino que también convirtió su recaptura en un objetivo prioritario de la administración del ex presidente Enrique Peña Nieto.

El redoble de esfuerzos de autoridades federales dieron resultados en enero de 2016 cuando Joaquín Guzmán Loera fue capturado por tercera y definitiva vez en un motel de Los Mochis, Sinaloa.

Nuevamente y mientras los trámites para su extradición a Estados Unidos se concretaban, El Chapo ingresó al penal de El Altiplano, en donde recibió la visita de sus hijas en abril de 2016.

"Estuvo muy emocionado de verlas, ya tenía meses que no las miraba [...] está mejorando su salud y estamos muy contentos por eso", declaró Emma Coronel a Univisión en su salida del penal de máxima seguridad ubicado en el Estado de México.

Aquella ocasión sería también la última en la que El Chapo vio a sus hermanas Armida y Bernarda Guzmán Loera, pues tras ser extraditado el otrora narcotraficante ha argumentado que sus consanguíneas no cuentan con visa para ingresar legalmente a Estados Unidos.

Las visitas de las gemelas a ‘El Chapo’ en prisiones de Estados Unidos

Emma Coronel llegó a la Corte con sus hijas. (Foto: AFP).

Información del Departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) refiere que, tras haber sido extraditado a Estados Unidos, Joaquín Guzmán Loera enfrentó un juicio que duró alrededor de 12 semanas en la Corte de Brooklyn, el cual culminó con su declaración como culpable de ser el líder de una empresa criminal sistemática, un cargo que contempló 26 violaciones relacionadas con drogas y conspiración para cometer homicidio.

Antes de que iniciara y durante el tiempo que duró el juicio, a El Chapo Guzmán se le permitió recibir la visita de sus hijas, quienes al haber nacido en el estado de California, no tuvieron ningún inconveniente en seguir todo el proceso de su padre en Estados Unidos.

En agosto de 2017, las gemelas ingresaron por primera vez al Centro Correccional Metropolitano de Nueva York en donde su padre se encontraba recluido mientras se determinaba su situación jurídica.

Las niñas, de entonces cinco años, ingresaron al centro de reinserción estadunidense en compañía de Silvia Rocío Delgado García, una de las abogadas del otrora líder del Cártel de Sinaloa, según refiere un reporte de ZETA Tijuana. El encuentro duró únicamente dos horas.

De acuerdo con Daily Mail, ese mismo año, en vísperas de Navidad, las gemelas volvieron a visitar a su padre, aunque en esa ocasión sí fueron acompañadas por su madre Emma Coronel.

Tanto la ex reina de belleza como sus gemelas estuvieron presentes en algunas de las audiencias del también llamado Juicio del Siglo en el que, según refirieron crónicas, El Chapo les dedicaba sonrisas al verlas entre el público.

El Chapo mira a su pareja Emma Coronel. (Archivo)

En marzo de 2018, las hijas de Joaquín Guzmán Loera fueron captadas por las cámaras de Telemundo saliendo del Centro Correccional Metropolitano de Nueva York, nuevamente en compañía de la litigante Silvia Rocío Delgado García. Ese habría sido uno de los últimos encuentros que tuvieron antes de que El Chapo fuera sentenciado.

"Guzmán Loera fue condenado de todos los 10 cargos de un pliego acusatorio sustitutivo, incluyendo cargos de narcotráfico, utilizar un arma de fuego para apoyar sus delitos relacionados con drogas y participar en una conspiración para cometer lavado de activos [...] Guzmán enfrentará una pena obligatoria de cadena perpetua", se lee en un comunicado difundido por el ICE en febrero de 2019.

Luego de ser ingresado a la prisión de supermáxima seguridad ADX Florence en Colorado, Mariel Colón -una de las defensoras del capo sinaloense- declaró a Telemundo que la única visita que le fue autorizada a su representado fue la de sus hijas, es decir, ni Emma Coronel o la madre y hermanas de El Chapo tenían permitido verlo.

El último encuentro de Joaquín Guzmán Loera y las gemelas reportado por la citada cadena de noticias ocurrió en diciembre de 2019 cuando, según Mariel Colón, las menores ingresaron a la cárcel de supermáxima seguridad, en donde pudieron reunirse por unos minutos con su padre aunque, esta vez, a través de una mampara.

En más de una ocasión, El Chapo ha denunciado las condiciones inhumanas que vive al estar recluido en ADX Florence, mismas que señala han tenido consecuencias adversas para su salud. No obstante y mientras el otrora líder criminal continúa buscando la oportunidad de volver a ver a su esposa e hijas, la huella de su paso por el Cártel de Sinaloa continúa persiguiendo a su descendencia y viejos socios.

ATJ

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