El cártel de Santa Rosa de Lima pasó del huachicoleo a la venta de cocaína y por eso José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, ahora también es buscado por la agencia antidrogas de EU (DEA, por su sigla en inglés).
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Así lo confirmó a MILENIO Mike Vigil, ex jefe de Operaciones Internacionales de la DEA, quien detalló que si bien el cártel de Santa Rosa de Lima es considerado el principal grupo de personas dedicadas al robo de combustible en México, también se dedica a otros negocios ilícitos, como el tráfico de drogas, “principalmente cocaína”.
En entrevista telefónica, el otrora encargado de planear y ejecutar la caza de los principales líderes del narcotráfico alrededor del mundo, explicó que Yépez Ortiz es un blanco lo suficientemente grande para la DEA, a pesar de que la organización que encabeza no es operativamente tan grande como otros grupos criminales.
El hombre que se enfrentó a integrantes de algunos de los más poderosos grupos del narcotráfico, desde el extinto cártel de Guadalajara hasta el cártel de Sinaloa, sostiene que de acuerdo con su experiencia a El Marro cada vez se le cierra más el cerco.
Con tanta presión en su contra, de parte de las autoridades mexicanas y de la DEA, es cuestión de tiempo para que el destino lo alcance, advierte.
“El Marro yo creo que anda bien escondido porque el gobierno anda detrás de él”, abundó.
Sobre la violencia desatada en Guanajuato entre las bandas rivales, Vigil tiene una posible explicación: el dinero.
De acuerdo con el ex mando de la DEA, los narcotraficantes como El Marro llegan a utilizar altos grados de violencia con tal de proteger sus posibles ganancias que, la mejor de las veces, se cuentan en millones de dólares.
Sostuvo que “el narcotráfico y la violencia son un guante de una sola mano”.
Según Mike Vigil, los bloqueos, el incendio de automóviles y las balaceras en distintos puntos de Celaya el miércoles pasado obedeció a que el cártel de Santa Rosa de Lima efectuó un plan similar a lo suscitado el 17 de octubre de 2019 en Culiacán, cuando a raíz de la retención de Ovidio Guzmán López hubo una reacción violenta de sus gatilleros para evitar a toda costa que su líder quedara arrestado por las autoridades.
Hace un mes MILENIO hizo un recorrido por la comunidad de Santa Rosa de Lima en el que constató que el capo diseñó todo un pueblo para cometer sus crímenes, vivir rodeado de lujos al lado de su familia, huir de las autoridades, cumplir con labores de beneficencia social y, de paso, sembrar el terror en la región.
El Marro ha logrado escapar gracias a una red de inmuebles que le permitían moverse de un punto a otro en periodos de uno a cuatro minutos caminando y hasta 20 minutos en vehículo de Villagrán a Celaya.
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INSTALAN CONSEJO PARA LA PAZ
Ante la inseguridad, en Michoacán se puso en marcha el Consejo Estatal para la Construcción de la Paz y la Reconciliación. La estrategia fue implementada a través de los tres niveles de gobierno, empresarios, autoridades eclesiásticas, ministros de culto y la sociedad en su conjunto y consta de cuatro ejes: Educación para la Paz, Centros de Escucha, Centros de Tratamiento y Rehabilitación, y Economía Social y Solidaria. El gobernador Silvano Aureoles reconoció que la entidad “vive una etapa crítica en el consumo de drogas” y remarcó que casi 50 por ciento de los jóvenes presos son adictos.