Aunque las medidas de seguridad son extremas en la Corte federal de Brooklyn, donde se desarrolla el juicio del capo Joaquín El Chapo Guzmán, su pareja, Emma Coronel, logró meter un celular a la sala donde estaba el líder del cártel de Sinaloa.
Antes del receso, el juez Brian Cogan ordenó que Emma Coronel pase nuevamente por el detector de metales "antes del próximo testigo" porque entró a la sala con un celular, lo que está prohibido.
En la Corte y en la prensa se preguntan ¿Quién será el nuevo testigo contra El Chapo?, ya que el gobierno de Estados Unidos pidió a los artistas de la sala no dibujarlo.
La sala también deberá ser preparada para recibirlo con discreción para cuando se reinicie la sesión, prevista para esta tarde.
Durante la mañana testificó un asesor de la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, quien explicó el lavado de dinero por parte de las organizaciones criminales, como la de los cárteles mexicanos.
jbh