Empresario acusa secuestro por policías de Edomex; giran órdenes de aprehensión contra 4 elementos

Eduardo entregó 2 millones de pesos para que la comandante Ana Belém Flores Segoviano y su jefe Carlos Reyes le dieran la libertad.

Empresario acusa secuestro por policías de Edomex | Óscar Ávila
Ángel Hernández
Estado de México, México /

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México obtuvo órdenes de aprehensión contra cuatro policías de investigación y un civil por su probable participación en el secuestro de un empresario en Chalco, municipio mexiquense.

La dependencia informó:

“Los probables implicados fueron identificados como Carlos 'N', Miguel Ángel 'N', José Carlos 'N' y Anel Belem 'N', quienes en relación a estos hechos fueron separados de sus funciones como elementos de la Policía de Investigación, así como Leonardo Darinel 'N'. La Fiscalía del Estado de México realiza acciones para ubicarlos y detenerlos en cumplimiento del mandamiento judicial”.

Esto ocurre luego de que MILENIO publicó cómo el 3 de mayo el señor Eduardo fue secuestrado y torturado por los elementos policiales, quienes además le exigieron 2 millones de pesos, los cuales entregó.

Eduardo salía de una de las tres sucursales de su restaurante en la zona de los volcanes de Chalco, aproximadamente al mediodía. Cuando viajaba sobre la carretera que va a Cuautla, un vehículo Chevrolet Malibú con torreta le hizo la parada.

En entrevista con MILENIO, aseguró:

“Se bajaron cuatro personas y me abordaron hacia mi camioneta y me dijeron que era una revisión de rutina. Me empezaron a decir que me iban a culpar de delitos de extorsión, de secuestro, de acopio de armas de fuego y que tiraba vicio en la zona. Me empezaron a torturar arriba del coche. Me pusieron una bolsa de plástico en la cabeza. Ya casi a punto de perder el conocimiento fue cuando yo les pedía de favor que ya no me hicieran eso, que de alguna manera me estaban confundiendo (…) una de las personas que me estaban torturando piden que le acerquen el Tehuacán para que me lo pusieran en las narices. Yo esposado, la verdad, ya temeroso por mi vida, por mi integridad física, les decía que ya me dejaran”.

Después lo llevaron al Centro de Justicia de Chalco, donde lo torturaron. El señor Eduardo aceptó entregar dos millones de pesos para que lo dejaran libre, los cuales entregó a la comandante Ana Belém Flores Segoviano y a su jefe Carlos Reyes.

La víctima presentó una denuncia, sin embargo, asegura que hay un patrón de encubrimiento por parte de las autoridades estatales, pues los policías denunciados supieron de la acusación y pudieron huir. La fiscalía del Estado de México concluyó:

“Esta institución continúa con la investigación y se allega de datos de prueba para solicitar orden de aprehensión en contra de dos investigados más por su probable intervención en estos hechos, uno de ellos también fungía como elemento de la Policía de Investigación y de igual forma fue separado de sus funciones”.

La representación legal de Eduardo, sin embargo, denunció que el anuncio representa el reconocimiento público de que se trata de un caso en investigación; lo importante es detener a los presuntos responsables. Eduardo dijo a MILENIO:

“Yo no he visto avances en la investigación, estas personas hasta donde yo sé ya no están laborando, ya se dieron a la fuga (…) percibo que hay mucho encubrimiento hacia sus agentes que cometieron este delito”.

Además, las grabaciones del estacionamiento del centro de justicia, esenciales para el caso, fueron borradas a pesar de que la defensa solicitó su resguardo con antelación. Ana Laura Estrada, abogada de Eduardo, dijo a MILENIO:

“No remitieron las videograbaciones del centro de justicia de Chalco, precisamente del área de estacionamiento que es donde mantuvieron privado de la libertad a mi representado y donde sufrió esos actos de tortura”.

El patrón de encubrimiento y de apoyo institucional parece involucrar a gran parte de la unidad de Policía de Investigación del Estado de México.

Varios agentes se pusieron en contacto con el señor Eduardo y con su abogada para solicitarle que se desistiera de su denuncia. A Estrada incluso le hicieron una sospechosa visita decenas de policías en su casa. Y es que, al parecer, otras personas han sido víctima de situaciones similares. La abogada concluyó:

“Hubo otras personas del gremio restaurantero de la zona volcanes de Chalco que se sumaron cuando se enteraron de que mi representado había sido víctima de este delito. Comentaron que ellos también habían sido víctimas de un delito similar”.

Hoy, el señor Eduardo, con el temor de que las personas que lo secuestraron siguen prófugas, recuerda que la comandante Belén sabía algunos detalles de su vida que los policías utilizaron para intimidarlo mientras lo torturaban dentro del auto.

EDD

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