Desde 2014 a la fecha, en el Estado de México se ha registrado el homicidio de cuatro sacerdotes de la Iglesia Católica, lo que representa más de 16 por ciento del total de delitos de este tipo registrados en todo el país, revelan datos del Centro Católico Multimedial (CCM).
En el Reporte Anual 2021 “Situación de la Iglesia Católica ante la violencia en México”, a cargo de la Unidad de Investigaciones Especiales del CCM, se detalla que en la entidad mexiquense durante los últimos ocho años han ocurrido cuatro asesinatos de sacerdotes, la totalidad de éstos se dio durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto
Los cuatro casos
El primer caso registrado por el CCM se dio en el año 2014, la víctima fue el presbítero Rolando Martínez Lara de la Diócesis de Atlacomulco. De acuerdo con las investigaciones, el asesinato del presbítero se dio en el poblado de Canalejas, en el municipio de Jilotepec, luego de un robo a la iglesia de la “Virgen de la Piedrita”.
Aparentemente el sacerdote identificó a uno de los ladrones, lo que provocó que lo amagaran y lo subieran a un automóvil. Estas versiones señalan que el párroco fue localizado en la carretera Buenavista-Comunidad, con heridas de arma blanca que le provocaron la muerte.
Las primeras versiones señalaron que los hechos ocurrieron en las inmediaciones de una tienda de conveniencia, en Tepojaco, cuando dos sujetos a bordo de una motoneta se acercaron a él y le dispararon en varias ocasiones.El tercer asesinato registrado es el del presbítero Luis López Villa, de la Diócesis de Nezahualcóyotl, quien tenía cerca de 32 años de servicio.
Según se informó, el sacerdote fue encontrado sin vida luego de que vecinos reportaran que la puerta de la parroquia San Isidro Labrador estaba abierta y que las luces se encontraban encendidas. Esta diócesis dio a conocer que el cuerpo del religioso fue localizado con cinta adhesiva en manos, pies y boca y presentaba dos lesiones con arma blanca.
El cuarto caso fue el de Rubén Alcántara Díaz, de 50 años, y quien fuera vicario judicial de la Diócesis de Izcalli y rector de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en el municipio de Cuautitlán Izcalli, Estado de México. Asesinado con arma blanca al interior de su parroquia por dos individuos, el 18 de abril de 2018. El proceso sigue abierto y aún no hay responsables por los sucesos.
Datos nacionales
El Centro Católico Multimedial también ha señalado que, durante los últimos tres sexenios, 50 sacerdotes católico han sido asesinados en México, siete de ellos durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Del mismo modo, el Reporte Anual 2021 “Situación de la Iglesia Católica ante la violencia en México”, detalla que de 1990 a 2021, en todo el país se han registrado 79 agresiones, de distintos tipos, a sacerdotes y religiosos.
De este total, en el Estado de México se han reportado al menos seis casos, lo que lo coloca en la sexta posición nacional; con el mayor número se encuentran Ciudad de México, con 11; Guerrero, 10; Veracruz, 8; Chihuahua, siete y Michoacán también con siete.
Aumentan extorsiones
En este documento también se advierte un incremento en los casos de extorsión y fraude bajo diferentes modalidades, dirigidos hacia sacerdotes, religiosas y feligreses. En el caso de la Arquidiócesis de Toluca se identificaron intentos de extorsión de supuestos miembros del crimen organizado, pero se realizaron las denuncias respectivas, afirman.
La Arquidiócesis de Toluca dio a conocer a MILENIO Estado de México que se tienen distintas disposiciones pastorales en materia de seguridad, a fin de prevenir el mayor número de delitos posibles.
En el tema de la extorsión se informó que una de las modalidades detectadas es a través de llamadas telefónicas, de supuestos grupos criminales que solicitan una cuota ofreciendo a cambio el “cuidado del territorio” o pidiendo el famoso “derecho de piso”.
“De inmediato se ha denunciado ante la autoridad correspondiente, tanto municipal como estatal, de inmediato ha habido respuesta; gracias a Dios, por el momento no hemos tenido otro tipo de situación grave o delicada”, explican.
Se detalló que el tema de extorsiones o intentos de extorsión se ha dado por igual tanto en zonas urbanas como rurales de esta demarcación religiosa.
“A partir de llamadas ellos quieren sacar información, sobre todo de los horarios, de dónde están los sacerdotes, las actividades que tienen, es para estar vigilando los movimientos que se tienen en la comunidad”.
Una vez que se registra algún número telefónico sospechoso o a través del cual se ha intentado extorsionar, se notifica al resto de las parroquias, a fin de que no caigan en posibles engaños o amenazas.
“Llaman personas que dicen que nos quieren cuidar, que por el hecho de que se tiene una parroquia y que estamos dando los servicios necesitamos dar también una ‘cuota de seguridad’ para que nos cuiden o no pase algo”.
Otras modalidades
Son frecuentes los fraudes de personas que supuestamente necesitan una ayuda, ya sea para poder pagar su transporte, una cita médica o alimentos.
También se han presentado algunos casos en los que se ofrece la venta de productos que regularmente se emplean en las iglesias, a costos muy bajos; pidiendo un depósito previo, lo que también se ha informado a las autoridades.
“En una ocasión llamaban a las parroquias para que depositaran 5 mil o 10 mil pesos en una tienda de conveniencia, y que de inmediato iba a llegar un lote de artículos que se ocupan en el culto”.
De igual manera, señaló la Arquidiócesis, se han presentado robos en algunas comunidades. Entre los objetos que más se sustraen son aquellos de utilidad en las propias parroquias, en las oficinas e incluso algunas piezas de arte sacro de valor difícil de calcular.
Las autoridades de la arquidiócesis han sugerido distintas medidas de seguridad y protocolos que también incluyen a las personas que colaboran con los presbíteros y familiares.
BAFG