Según el “Proyecto Amapola. Las deudas del opio”, campesinos de cinco estados del país se dedican a la producción ilegal de goma de opio: Guerrero, Sinaloa, Durango, Chihuahua, Nayarit y Oaxaca. En total 59 municipios del país.
Aunque no existe una estadística de cuántas hectáreas se ocupan para la producción de amapola, ni tampoco de cuántos productores se dedican a ello, este Proyecto hizo su investigación a partir de datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), relacionados con los plantíos que destruye en sus operativos cotidianos.
Son datos oficiales de la erradicación de la amapola en las últimas dos décadas en las zonas montañosas de esos seis estados del país.
Las organizaciones México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), Center for US-Mexican Studies, Noria Research y Espejo, presentaron de forma virtual su investigación que contiene la ubicación geográfica de sembradíos de amapola y de otros cultivos agrícolas aledaños a los primeros, entre otros.
“México es uno de los principales productores de amapola lo que significa ingresos a campesinos del país”.
En trabajo de campo realizado en esos estados los investigadores, comprobaron que la pandemia de covid-19, no afectó la producción, traslado y producción y tráfico de la droga en el país.
Se afirma que las comunidades donde se produce la amapola son aquellas donde “hace falta infraestructura y donde los programas de desarrollo y programas sociales, solo benefician a caciques”.
Estos no llegan a los que realmente lo necesitan, de ahí que el cultivo de la amapola en relación con cultivos de otros productos sea el que mejores beneficios deja a los campesinos.
El estudio analiza los datos de producción agrícola en un periodo de 17 años.
Por parte de Noria Research habló, Romain Le Cour, quien informó que el Proyecto Amapola inició año y medio atrás y se enfoca a cuestiones económicas, políticas y sociales que giran en torno de la amapola.
La segunda entrega que será presentada en abril próximo, versará sobre temas de violencia, seguridad y militarización en esas regiones de cultivo de amapola. Todo ello con mapas de la región.
“Esos cultivos llevan más de 60 años en el triángulo que forman Sinaloa, Durango y Chihuahua; 40 años en Guerrero y en Nayarit más de cinco generaciones se han dedicado a eso. La goma de opio se transforma en heroína y se exporta a Estados Unidos y Canadá”.
Como siempre sucede el dinero que producen esos cultivos “se queda con intermediarios legales e ilegales y no con los productores”.
Precisó “los cultivos ilícitos no se desarrollan con la ausencia del Estado”.
Por parte de México Unido Contra la Delincuencia, Lisa Sánchez, señaló que en la presentación completa de Proyecto Amapola se podrá ver “el rol de intermediación del Estado mexicano para hacer lo mínimo indispensable, dejando a la economía ilícita para la supervivencia de las comunidades y por el otro lado negociando la seguridad de manera regional”.
De la misma organización, Paul Frissard Martínez, señaló que el cultivo de amapola se da junto con otro tipo de cultivos como el maíz, forrajes, ajonjolí o Jamaica, entre otros.
Los campesinos encontraron al paso de los años que les resulta más rentable la siembra de la amapola que otro tipo de productos.
Con precios de 2018 Proyecto Amapola, encontró que “con precios bajos de la amapola, obtenían un beneficio de 64 mil pesos por hectárea y si lo comparamos con otro tipo de cultivo legal el que generaba más valor por hectárea era el limón. Sin embargo, el beneficio neto del limón era 8 veces inferior al de la amapola”.
Además de que la amapola es más resistente a la sequía.
ledz