Eduardo y Esmeralda, salieron de un pequeño bar ubicado en el municipio de Naucalpan, Estado de México; sin embargo, fueron interceptados por cuatro policías del municipio, quienes de acuerdo a las presuntas víctimas, a Esmeralda la subieron con uso de fuerza excesiva a la patrulla provocando severos golpes en sus piernas mientras que a Eduardo, quien iba conduciendo le aventaron gas pimienta dentro del vehículo.
“Ya se cumplió una semana, fue en la madrugada del lunes 26 de septiembre cuando mi amiga y yo veníamos de un bar, pero los policías nos interceptaron y sufrimos de un abuso de autoridad”.
De acuerdo con Eduardo, quien iba rumbo a la casa de su amiga Esmeralda, a dos cuadras de su domicilio, policías municipales que iban a bordo de una patrulla tipo pick up y les hicieron la seña de detener su auto, pero hicieron caso omiso por la hora y a que aseguran que no iban a exceso de velocidad.
Señalan que dentro de la patrulla, había cuatro policías entre ellos una mujer. Tiempo después los elementos los interceptaron por lo que Esmeralda bajó del vehículo.
“Al ver a mi amiga con los policías empecé a grabar todo, y una transmisión en vivo en FaceBook”.
En el vivo realizado a través de esta red social, con una duración de 10 minutos, se observa como policías suben con fuerza a la mujer dentro de la patrulla.
Posteriormente, Eduardo siguió a la patrulla hasta llegar con el juez calificador y después un policía municipal se acercó a su automóvil, intentando abrir su carro.
“Uno de ellos se acerca y quiere intentar abrir el carro pero solo mete su mano por el vidrio y ahí la deja”.
Durante la grabación también se puede observar que uno de los oficiales echó gas pimienta dentro del vehículo, y agrediendo al conductor verbalmente, después de cometer este acto.
Eduardo y Esmeralda acudieron al día siguiente de la Fiscalía Estatal ubicada en la avenida 16 de septiembre, en el municipio de Naucalpan, para realizar la denuncia correspondiente por abuso de autoridad. “Los policías siguen trabajando, y no se vale eso ya es abuso, no puede ser que ellos nos cuiden”.
MMCF