Encuentran sin vida a hombre en fondo de noria

El occiso tenía problemas psiquiátricos.

El fallecido estaba siendo buscado por las autoridades debido a que un día antes había bajado del coche en el que viajaba con su esposa y corrió por un terreno baldío.

Los oficiales preventivos requirieron el apoyo de elementos de Protección Civil Estatal y Municipal. (Agustín Martínez).
Agustín Martínez
Monterrey /

Doce horas después de que desapareció extrañamente en un terreno baldío, a la orilla de la Carretera Nacional, un hombre fue encontrado sin vida en el fondo de una noria, en la zona sur de Monterrey. 

Trascendió que el ahora occiso, quien tenía problemas psiquiátricos y sufría de delirio de persecución, le pidió a su esposa que detuviera el automóvil, y de repente comenzó a correr. 

Los hechos fueron reportados en un inmueble que se halla aparentemente abandonado, en el kilómetro 264 de la referida arteria, a la altura de la colonia Valle de Cristal, entre El Uro y El Barro. 

Como Gerardo Antonio Cortizo de Hoyos, de 38 años de edad, fue identificado el ahora occiso, cuyo domicilio o lugar de origen no fue revelado por las autoridades. 

Se informó que Cortizo de Hoyos desapareció alrededor de la 1:00 horas del jueves, después de que acompañara a su esposa en su vehículo Honda Civic color blanco. 

El hombre le pidió lo llevara a dar una vuelta, mientras denotaba una actitud nerviosa o de ansiedad. La señora accedió y enfilaron por la Carretera Nacional hacia el norte. 

De pronto, antes de llegar a la calle Los Pingos, casi a la altura del templo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Gerardo Antonio le pidió que detuviera la marcha, pues tenía un fuerte dolor en una pierna. 

Luego de que el auto se detuvo en el acotamiento, el hombre comenzó a correr, asustado, al sufrir una crisis de nervios y suponer que algunas personas lo estaban persiguiendo. 

De esa forma brincó la malla ciclónica de la propiedad privada, la cual luce llena de maleza y hierba crecida, y cuenta con una edificación de una planta, abandonada y visiblemente deteriorada. 

Durante varios minutos la señora buscó a su marido y llamó al 911, arribando elementos de la Fuerza Civil, quienes la apoyaron en la búsqueda durante varios minutos. 

La maniobra se dificultó, debido a la existencia de un enjambre. (Agustín Martínez).

Al no tener resultados el ama de casa volvió al domicilio familiar; al amanecer regresó al lugar y nuevamente llamó a la Policía. 

Durante un largo rato los oficiales de la Fuerza Civil inspeccionaron el terreno de aproximadamente media hectárea, hasta que visualizaron una noria a unos 40 metros de la entrada. 

Junto al pozo de agua estaba removida una lámina de metal, y en el fondo, a unos 15 metros de profundidad, localizaron el cadáver de Cortizo de Hoyos. 

Tras dar aviso a las autoridades investigadoras, los oficiales preventivos requirieron el apoyo de elementos de Protección Civil Estatal y Municipal. 

Previa autorización del agente del Ministerio Público, los rescatistas instalaron un mecanismo de cuerdas y arneses para extraer el cadáver, descendiendo sólo un elemento. 

La maniobra se dificultó, debido a la existencia de un enjambre, cuyas abejas atacaron a algunos miembros del grupo.

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