En el primer trimestre de 2018 hubo 426 homicidios en Jalisco, lo que representa un incremento de 45 por ciento respecto al mismo lapso de 2017, cuando el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública informó de 294 carpetas de investigación.
En la recta final del gobierno de Aristóteles Sandoval, este delito ha crecido 58.4 por ciento frente a los resultados del sexenio de Emilio González.
En el gobierno panista, de diciembre de 2006 al mismo mes de 2011, se denunciaron 3 mil 565 homicidios dolosos; mientras que en el periodo equivalente con el PRI al frente, la cifra alcanzó los 5 mil 650 casos.
Desde enero de 2007, un mes después del inicio de la lucha contra el crimen organizado, hasta diciembre del año pasado, se han cometido 10 mil 262 crímenes de esta índole en Jalisco.
Mientras que en 2007 el promedio mensual de homicidios era de 32, en 2017 fue de 114, casi cuatro veces más.
Específicamente en 2015 los homicidios dolosos comenzaron a aumentar, al pasar de 907 a mil 19. Ese año el cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) golpeó a las fuerzas de seguridad con el asesinato de 15 elementos de la Fuerza Única, en San Sebastián del Oeste, y con el derribo de un helicóptero de las fuerzas armadas que causó la muerte de nueve agentes, en Villa Purificación.
En 2016 la violencia generada por el CJNG se expandió a entidades aledañas, principalmente a Michoacán, Colima y Nayarit, donde el número de homicidios dolosos repuntó el año pasado. Destaca la masacre ocurrida en Tanhuato, Michoacán, donde fuerzas federales abatieron a 42 integrantes de este grupo delictivo.
Otro golpe del gobierno federal contra el cártel fue la detención de 18 presuntos miembros en marzo pasado, entre ellos uno de sus operadores, Mauricio Varela Reyes, El Manotas, responsable del secuestro y asesinato de dos elementos de la Agencia de Investigación Criminal, en Xalisco, Nayarit.
Sin embargo, Guadalajara y su zona conurbada resaltan como un foco de violencia en esta administración, pese a las estrategias de seguridad implementadas.
Las cifras del SNSP revelan que en 2017 la zona metropolitana de Guadalajara empeoró en materia de homicidios dolosos: de los mil 369 registrados, 67 por ciento (925) se cometió en Guadalajara (266), Zapopan (209), Tonalá (133), Tlajomulco (157) y Tlaquepaque (160).
Es en Tonalá donde miembros del CJNG secuestraron, torturaron y mataron a Javier Aceves Gastélum, Daniel Díaz y Marco Ávalos, estudiantes de cine. Desde la desaparición de los jóvenes hasta que las autoridades dieron a conocer que sus cuerpos fueron disueltos en ácido sulfúrico pasó poco más de un mes.
En la recomendación general “Sobre el derecho a la protección de todas las personas contra la desaparición forzada y desaparición cometida por particulares en el estado de Jalisco”, publicada por la Comisión Estatal de Derechos Humanos en marzo pasado, se hace notar el déficit de estándares estadísticos, alertas de prevención y la falta de aplicación de parámetros internacionales en la búsqueda de víctimas.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Extraviadas y Desaparecidas, en Jalisco hay 3 mil 60 denuncias presentadas por personas sin localizar y la mayoría fue vista por última vez en alguno de los municipios de la zona metropolitana.