Sin custodia, predio donde feminicidas arrojaron restos de víctimas en Ecatepec

Feminicidios en Ecatepec

El terreno donde la pareja feminicida de Ecatepec tiraba los restos de víctimas es resguardado sólo por una cinta.

Alejandra Gudiño y Liliana Padilla
Ecatepec /

Las flores y cartulinas con las demandas de justicia para las víctimas yacen sobre el terreno baldío de Playa Pie de la Cuesta en la colonia Jardines de Morelos, en Ecatepec, hasta donde Juan Carlos y Patricia arrojaban los restos de sus víctimas.

Los vecinos voltean curiosos al predio resguardado sólo con una cinta amarilla, los detienen las flores y los carteles; se persignan y siguen su camino. En el lugar todavía hay ropa y zapatos de mujeres, que por lo visto no forman parte del expediente judicial de los 20 asesinatos confesos.

Peritos de la Fiscalía mexiquense no se han ocupado de preservar el lugar y mantener la cadena de custodia fundamental para esclarecer uno de miles de casos que engrosan los expedientes de la impunidad. Tampoco la casa donde habitó la pareja.

Xóchitl Arzola, presidenta de la Organización Mujeres en Cadena, advierte del riesgo de que los crímenes de Jardines de Morelos no sean tipificados como feminicidios.

"La falta de atención de las autoridades a seguir a esta cadena de custodia nos ha traído en muchos casos la deficiencia en los casos. Casi puedo asegurar que no serán atendidos como feminicidios, sino como homicidios dolosos", dice.


Feminicidios en Edomex

En la entidad se han registrado 258 feminicidios, en 2016; 168, en 2017, y 22, en lo que va de 2018.

Solamente en Ecatepec hay al menos 3 mil desaparecidos.

Pero lo ocurrido en Jardines de Morelos es un ejemplo de la situación que priva en Ecatepec y que se extiende a todo el estado. Con una alerta de género decretada en 2015, las autoridades aun no saben cómo procesar este tipo de delitos.

Aunque las autoridades vincularon a proceso a la pareja por solo 10 homicidios y Juan Carlos N confesó haber cometido 20, los vecinos de la colonia, donde viven más de 25 mil personas, aseguran que los asesinatos y desapariciones son cosa de todos los días.

Tomás Ortiz, vecino de Jardines de Morelos, asegura que hace más de seis meses denunciaron a la pareja, porque la azotea donde habitaban, en la calle de Playa Tijuana, era constante una fuga de agua con olor fétido.

Además, los vecinos los conocían bien y notaron movimientos inusuales. Salían con una carriola que en ocasiones no traía bebé, sino un bulto.

"Ellos siempre andaban juntos, siempre traían la carriola. Traían un bebé, entramos en duda si los niños que encontraron eran de ellos, creemos que no, nos consta de uno, porque vimos a la señora que lo estaba esperando", recuerda.

También cree que forman parte de una banda criminal, porque hechos como el de Jardines de Morelos han ocurrido con anterioridad en varias zonas de Ecatepec.







La hija de tres años de una de las víctimas dijo, desde el principio, dónde estaba su mamá:

"Llegando me encuentro a mis dos nietas, una de tres años y otra de un año, comiéndose un pedazo de tamal de dulce; vecinos me preguntan ¿qué pasó?, porque Samantha nunca deja a sus hijos solos, le pregunto a la pequeña dónde está su mamá; me señala que arriba, en los lavaderos, en la planta baja había una bolsa de ropa sucia; mi hija iba habitualmente a mi casa a lavar. Le empezamos a marcar a marcar y nada…"

Ese es el relato de Guadalupe Hernández, madre de Arleth Samantha Olguín, una de las víctimas de la pareja feminicida. 

Con 22 años y dos hijos, el día de su desaparición había llevado al kinder a Íker, el mayor, y regresó a su vivienda junto con la menor, una pequeña de 3 años.

Fue al domicilio de Juan Carlos “N” y Patricia “N”, pues como lo hacían con otras víctimas, habían ofrecido venderle ropa.

Más tarde, al no presentarse al kínder a recoger al niño, los profesores llamaron a Lupita, madre de Arleth Samantha. La abuela llegó a la casa de Arleth y ahí encontró a la pequeña, quien solo decía “mamá está arriba”.

Fueron meses de búsqueda, de activismo y desesperanza por no tener noticia alguna. Nunca más se volvió a saber de ella, hasta ahora que se descubrió que los multihomicidas vivían “arriba”. La menor decía la verdad.

La prima de Guadalupe Hernández, madre de Arleth, cuenta que desde que se hizo la denuncia, dijo a las autoridades que la última llamada de la víctima era del fraccionamiento San Carlos, pero las autoridades le dijeron que tenía que esperar a que se emitiera el boletín de ODISEA.

La madre de Samantha investigó por su cuenta, consiguiendo la lista de llamadas de su hija y tocando puertas, pues la burocracia impidió la pronta localización. 


¿Qué se sabe del caso?

  • La pareja de presuntos feminicidas fue detenida el 4 de octubre cuando salía de un domicilio en la calle Playa de la Cuesta.
  • Elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México los abordaron para cuestionarlos sobre su relación con la desaparición de tres mujeres.
  • Los agentes supervisaron la carriola y en su interior encontraron restos humanos.
  • El 5 de octubre, agentes de la Fiscalía catearon dos casas en Jardines de Morelos.
  • En las viviendas fueron localizadas ocho cubetas de plástico, donde había restos humanos cubiertos con cemento.
  • El presunto feminicida, Juan Carlos "N", confesó que de 2012 a la fecha mató a por lo menos diez mujeres.
  • Dijo que sometía a sus víctimas con un arma punzocortante con la que las degollaba, para después sostener relaciones sexuales con los cuerpos y luego las descuartizaba.
  • En su declaración, Patricia “N” explicó que su función era crear confianza con las víctimas, para posteriormente llevarlas a su domicilio.


LAS MÁS VISTAS