Casi al límite con la autopista Querétaro-Irapuato se encuentra una casa que por su tamaño, aspecto y seguridad resalta del resto de las viviendas del pueblo de Santa Rosa de Lima, municipio de Villagrán, Guanajuato.
La vivienda presuntamente pertenece a José Antonio Yépez, El Marro, líder del cártel de Santa Rosa de Lima, dedicado al robo y trasiego de hidrocarburo.
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Con una extensión de aproximadamente mil metros cuadrados, la propiedad está protegida por muros de más de dos metros de altura, además de un espiral de púas de metal.
La casa cuenta con dos accesos: uno al frente con un portón de color claro y una puerta metálica pequeña, ubicada en la parte trasera, la cual simula un muro de ladrillos naranjas.
Al interior de la casa hay un amplio jardín que abarca casi la mitad del inmueble; también hay una alberca y dos esculturas de piedra de una pareja de leones y un árbol de ciruelo, que no es endémico de la región.
Al fondo se encuentran las recámaras, dónde puede apreciarse ropa tirada, cajones abiertos y revueltos, sombreros y un par de pastillas.
El inmueble está deshabitado; en una de sus puertas tiene un letrero escrito a mano donde indica que está asegurado por autoridades ministeriales
Las habitaciones sin polvo y el pasto podado de la vivienda hace pensar que hasta hace poco alguien vivía ahí.
AA