Hace medio siglo, los tamaulipecos morían en promedio cerca de los 60 años de edad. Era la esperanza de vida al nacer, que al paso del tiempo fue aumentando y actualmente llega a los 75.
La muerte llega primero a los hombres, en 1970 la posibilidad para ellos era vivir 58.79 años y las mujeres 60.77; el promedio entre ambos sexos se calculaba en 59.75.
En 2021, los avances de la medicina permiten una mayor expectativa, pero al mismo tiempo la diferencia entre los géneros se marcó aún más.
Y es que en nuestros días, el masculino tiene una esperanza de vida de 72.34 años y el femenino hasta los 78.51 años. El promedio general es de 75.37.
Se estima que en 2050, ellos podrán vivir hasta los 76.57 años y ellas 82.7, según indicadores demográficos del Consejo Nacional de Población (Conapo).
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¿De qué mueren los tamaulipecos?
Según el Inegi las principales causas son enfermedades del corazón, covid-19, diabetes mellitus, tumores malignos e influenza y neumonía.
Sin embargo, solo en defunciones por tumores malignos la entidad presenta una tasa superior a la media nacional, con 7.4 por cada 10 mil habitantes, que en el país es de 7.2.
Sobresalen los tumores de órganos digestivos, genitourinarios, de huesos, cartílagos articulares, tejido conjuntivo, de la piel y de mama.
En las “Características de las defunciones registradas en México durante 2020”, se indica que los padecimientos del corazón llevaron a la tumba a 5 mil 828 habitantes del estado; el coronavirus a 4 mil 802; diabetes mellitus 4 mil 005; tumores malignos 2 mil 602 e influenza y neumonía 2 mil 119.
Las enfermedades del corazón incluyen las isquémicas (reducción del flujo sanguíneo al corazón por bloqueo parcial o total de las arterias) hipertensivas, relacionadas con la circulación pulmonar, fiebre reumática aguda y reumáticas crónicas, principalmente.
En 2020, un total de 28 mil 913 personas perdieron la vida en Tamaulipas, según registros a partir de certificados de defunción expedidos por las oficialías del Registro Civil, Servicios Médicos Forenses y cuadernos estadísticos de Agencias del Ministerio Público.
En todo el país hubo más decesos, lo que se atribuye al inicio del periodo de la pandemia de coronavirus, que acumula en Tamaulipas un saldo mortal de 6 mil 595 víctimas, de las que el 60% son hombres y 40% mujeres. El mayor número lo tiene Reynosa con 1362, seguido por Matamoros con 931, Nuevo Laredo 906, Tampico 901, Victoria 564, Madero 489, Altamira 431, Mante 316, Río Bravo 184 y Valle Hermoso 71.
Si el SARS-CoV-2 no hubiese irrumpido en nuestro país, 1821 habitantes de la zona conurbada del sur de Tamaulipas posiblemente estarían con vida.
Del impacto letal del virus solo se han salvado cinco municipios de los 43 que conforman la geografía estatal: San Nicolás, Méndez, Mainero, Guerrero y Burgos.
De los ciudadanos que se llevó la pandemia, 86.16% expiraron en hospitales y el 13.84% en sus hogares, siendo la hipertensión arterial la principal comorbilidad, seguida por la diabetes mellitus, obesidad y enfermedad renal crónica.
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Violencia apaga vidas
Inegi afirma que el año pasado, 2 mil 084 personas fallecieron en el estado por causas externas, que van desde homicidio, accidente, suicidio, evento de intención no determinada y otras. Se contabilizaron 800 presuntos homicidios, 942 en accidentes, 178 suicidios, 129 eventos indeterminados y 35 se clasificaron como otras.
En accidentes, la entidad tiene una tasa de 26 defunciones por cada 100 mil habitantes y está ligeramente por encima de la media nacional que es de 25.6.
Se trata principalmente de accidentes vehiculares, caídas, ahogamiento y sumersión, envenenamiento y exposición a sustancias nocivas, exposición al humo, fuego o llamas, sofocación, contacto con arma blanca o de fuego, entre otras causas.
Un municipio de Tamaulipas tiene la más alta tasa de defunciones por homicidio por cada 10 mil habitantes. Se trata de Miguel Alemán, con 38.50, que se traduce en 101 casos.
Le sigue Madera Chihuahua, Apaseo el Alto Guanajuato, Bocoyna Chihuahua, Zamora Michoacán, Caborca Sonora, Camargo Tamaulipas, Amacuzac Morelos, Salvatierra y Tarimoro Guanajuato.
En su mayoría son por situaciones de lesión con arma de fuego, con objeto punzocortante, ahorcamiento, estrangulamiento y sofocación.
EAS