En Puebla se han registrado casos de pederastia y pedofilia, delitos que atentan contra la dignidad de los menores de edad y que en su momento provocaron diversas acciones judiciales, sin embargo, a la fecha muchos de estos no tienen sentencia.
Entre estos casos destacan el ex gobernador Mario Marín Torres, el ex diputado Saúl Huerta y el sacerdote Nicolás Aguilar Rivera como responsables de dichos delitos, pues si bien no han podido eludir la acción de la justicia, aún se tiene en vilo la reparación del daño.
Marín y las botellas de coñac
Hacia 2005 un escándalo cimbró a Casa Puebla, pues el gobernador Mario Marín Torres, con apenas un año en el cargo, fue señalado por la periodista Lydia Cacho Ribeiro de participar en una red de pederastia en contubernio con los empresarios de origen libanés José Kamel Nacif Borge, El Rey de la Mezclilla, y Jean Succar Kuri.
La investigación de la periodista y activista enmarcada en su libro Los Demonios del Edén da cuenta de una cadena de políticos y empresarios dedicados a prostituir y lucrar con la pornografía infantil en distintas partes del país.
El hecho provocó la furia entre el mandatario, quien en colusión con Nacif Borge, habrían ordenado en diciembre de 2005 la detención y tortura de Lydia Cacho para darle “un pinche coscorrón” por involucrarlos en la red de pederastas en México, pues se decían inocentes.
Sin embargo, en febrero de 2006 una llamada telefónica entre ambos personajes y filtrada a la opinión pública acercaba la razón a la escritora mexicana, ya que Marín y Nacif reconocían su participación en la tortura.
Marín Torres finalizó su gestión en 2011 y se retiró de la escena política hasta que en febrero de 2021 fue detenido por la Fiscalía General de la República (FGR) en un domicilio de Acapulco, Guerrero, ya que pasó más de dos años prófugo de la justicia por el delito de tortura contra Cacho y espera sentencia.
Kamel Nacif está refugiado en Líbano aún y cuando en julio pasado un tribunal federal lo exoneró del delito de tortura contra Lydia Cacho, al considerar que no era funcionario público o que la instrucción de violentar a la periodista no quedó asentada por escrito.
Jean Succar Kuri fue el único al que el sistema penal mexicano logró sentenciar, en octubre de 2021, a 93 años de prisión por los delitos de pornografía infantil y trata de personas.
El caso de Nicolás Aguilar cada vez se diluye
Los casos de abuso sexual que cometió el sacerdote Nicolás Aguilar Rivera en la inspectoría de Santa Vicente Ferrer en el segundo lustro de los 80 contra tres menores de edad se diluyen al paso del tiempo.
Los jóvenes de esta población subalterna perteneciente a Tehuacán no recuerdan este hecho que tuvo trascendencia nacional, solo en aquellos que tienen más de 40 años recuerdan el escándalo por el abuso sexual que el religioso cometió en contra de menores que acudían a la capilla de la Virgen de Juquila.
En una visita de MILENIO Puebla a la población subalterna, los habitantes consultados señalaron no recordar del caso; otros más dijeron que es un tema casi desconocido por el tiempo que tiene, pocos lo abordan y ya ni siquiera habitan los menores que fueron víctimas del abuso, los cuales al no ser originarios de esta población, emigraron al extranjero. Su salida ocurrió de forma paulatina poco después del escándalo.
Sin embargo, los habitantes sí lamentan que Nicolás Aguilar no haya sido castigado por la justicia, pues su captura no fue posible ya que salió del país en 1987 al ser enviado a la Diócesis de los Ángeles California, donde estuvo alrededor de un año. Cabe señalar que en 1988 el cardenal estadounidense Roger Mahony conoció más casos de violación que había cometido Aguilar Rivera.
A partir de entonces se desconocía su paradero, sin embargo, en 2019 trascendió su muerte. El entonces director de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes, Joaquín Aguilar Méndez, declaró que no hubo voluntad de las autoridades para contribuir a la justicia de esos casos de pederastia y afirmó que Nicolás Aguilar Rivera murió impune.
FGE vincula a proceso a Huerta
A seis meses de haber sido enviados al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente por la denuncia de abuso sexual contra un menor de 15 años, el ex diputado federal Benjamín Saúl Huerta Corona suma cuatro denuncias formales por abuso sexual y violación, una de ellas presentada ante un consulado de Estados Unidos, otra ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CdMx) y las dos últimas en la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE).
Sobre esta última, la noche del viernes 18 de febrero,la FGE presentó elementos probatorios suficientes para que un juez de control emitiera dos vinculaciones a proceso contra el ex diputado, una de ellas por el delito de violación y la segunda por los delitos de abuso sexual y violación.
La misma investigación apunta que en 2018 presuntamente Saúl Huerta habría agredido de forma sexual de Jesús “N”, de entonces 17 años, en Guadalupe Tecola. El ex diputado le abría ofrecido ayuda médica, un trabajo como chófer y con engaños lo llevó hasta un sauna de su comunidad donde le habría realizado tocamientos lascivos.
El ex diputado fue detenido el 21 de abril de 2021 por señalamientos de un menor que habría sido víctima de abuso sexual en la capital del país. Días después, el 29 de abril del mismo año, pero en Estados Unidos, un joven de 20 años señaló haber sido víctima del morenista en 2017 cuando tenía solo 15 años en su natal San Francisco Totimehuacan. Huerta le habría ofrecido la posibilidad de un trabajo como su chófer, además de un pase inmediato a la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), promesas que usó como pretexto para realizarle tocamientos lascivos.
Luego, tras 111 días de gozar de su libertad, el 11 de agosto, la Cámara de Diputados avaló el desafuero de Saúl Huerta mediante votación. El 19 de agosto, el morenista fue enviado a prisión preventiva en el Reclusorio Oriente, sin embargo, hasta ahora los procesos judiciales continúan.
AFM