La mañana del 18 de julio de 2022, en Ciudad Nezahualcóyotl, César, un guardia de seguridad, disparó a dos ladrones que intentaron matarlo.
El 25 de octubre de 2023 fue absuelto del cargo de homicidio en exceso de legítima defensa y se ha librado de una pena de dos años y siete meses de cárcel, así como de pagar el daño reparatorio de 500 mil pesos: 200 mil por cada asaltante y otros 100 mil para el gobierno del Estado de México.
César cuenta a MILENIO que entre sus códigos tenía contemplado no desenfundar su pistola fuera del trabajo, salvo si su vida corría peligro, y ese momento llegó:
“Me subí a la combi de la ruta La Perla-Metro Pantitlán y fui viendo mi celular. No supe dónde se subieron los dos ladrones, nada más me di cuenta cuando se pararon de sus asientos. Uno venía frente a mí y el otro atrás del chofer. Sacaron la pistola y aplicaron la de: ‘ya se la saben, cabrones, cartera y celulares’.
César les entregó su celular y pensó que hasta ahí iba a quedar todo. “A la señorita que venía a mi lado la empezaron a tocar, ya no como asalto, sino como abuso, y ella se puso a llorar”.
Él les pidió que la dejaran en paz. “Ya les dimos todo”, reclamó. “No le juegues al héroe, cabrón, porque te va a cargar la chingada”, le respondieron y le dieron un cachazo con la pistola.
A la altura de la colonia México 2ª Sección, en la calle Balvino Dávalos, esquina con avenida Pantitlán, los ladrones le ordenaron al conductor que se detuviera y bajaron a golpes a César.
“Ahorita vas a ver, pinche héroe”, lo amenazaron. “Abajo empezamos a forcejear. Me dijo uno: ‘¿Te quieres morir?, pues te vas a morir’, y trató de tirarme. En ese momento saqué mi arma y les disparé no sé cuántos balazos a cada uno”.
Los pasajeros de la combi le dijeron a César que huyera, que no lo iban a delatar. “Tú me defendiste”, le dijo la joven. César, sin embargo, decidió quedarse. “Yo sabía que había sido en defensa propia y todo iba a estar bien”.
La policía llegó dos minutos después y César les enseñó su permiso de portación de arma. Mientras, les relató lo sucedido.
“Me dijeron: ‘te vamos a tener que llevar al Ministerio Público’; la fiscalía estatal me acusó de homicidio en exceso de legítima defensa”.
César fue trasladado al penal de Neza Bordo. “El juez que resolvió mi culpabilidad determinó que no medí mi fuerza y que ‘no era necesario haber disparado’, pues los ladrones traían un arma hechiza.
“Me dijo que, basado en el razonamiento que exigía mi trabajo, a la hora de defenderme, tenía que haber esperado a que ellos dispararan. ¿En qué cabeza cabe que en ese momento de riesgo vamos a decir: ‘ay no, nada más te voy a meter un tiro, pero ya no me hagas nada’”.
Los golpes que César recibió por parte de los ladrones y los testimonios de los testigos fueron ignorados por el juez Osvaldo Villegas Cango. Eso provocó que transportistas de la ruta La Perla-Metro Pantitlán bloquearan calles y lograran que César continuará su proceso en libertad.
“Hablaron con la fiscal, con el presidente municipal y se manifestaron. Salí con medidas cautelares por la pena de dos años y siete meses que me impusieron, y querían que pagara 200 mil por cada asaltante y 100 mil para el gobierno”. César impugnó.
Casi un año y tres meses después, César fue notificado por la fiscal, a través de videoconferencia, que le otorgaban su liberación y quedaba absuelto. “Ya no debo nada, todo se aclaró.
“Algunos me han felicitado, porque actué bien”, dice este hombre, quien llevó su proceso en el mismo juzgado que acusó de exceso de legítima defensa a Roxana Ruiz, una joven que asesinó a su violador, también en Nezahualcóyotl. Ambos casos fueron revisados por magistrados y fueron absueltos.
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