A casi un año de la muerte de Pamela Anaya Martínez, una mujer de 38 años que presuntamente murió en un accidente cuando se encontraba con un hombre identificado como Isaac Salomón “N”, en Valle de Bravo, la familia exige a las autoridades mexiquenses reclasificar el caso a feminicidio, ya que afirman que existe una serie de evidencias que al parecer la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) no tomó en cuenta a pesar de que las indagatorias muertes de mujeres se deben iniciar con perspectiva de género.
De acuerdo con los familiares el 2 de mayo de 2021 recibieron una llamada de una asistente de Pamela, en la cual les explicaron que se encontraba hospitalizada por lo que se comunicaron a su teléfono, pero contestó el presunto agresor quien les dijo que estaba en el Hospital ABC, ubicado en Observatorio, Ciudad de México; sin embargo, en la llamada les aseguró que la mujer se encontraba estable y consciente.
"Esta persona contesta el teléfono de mi hermana y le dice a mi papá que ella está ocupada y que no puede contestar… después marco yo y me contesta él y me dice que está bien, está consciente y estable, que le están haciendo un chequeo de rutina”, dijo Daniel Anaya.
Ante la preocupación los familiares salieron de Querétaro, en donde ellos viven y se dirigieron a la clínica para ver a Pamela; no obstante, ya en el lugar los doctores indicaron que la víctima tenía varias lesiones en el cuerpo, las cuales quedaron como evidencias por las marcas en muñecas, tobillos, antebrazos y que incluso tenía en su organismo una sustancia utilizada como un calmante, razón por la que su cuerpo no respondía al tratamiento.
Presunto accidente
En medio de la incertidumbre, les fue entregada una carta escrita a mano por Isaac Salomón “N”, quien era un amigo de la víctima, pero que Pam había contado que dicho individuo la estuvo acosando. En el escrito, el hombre relató que ambos se encontraban ese día en su casa descanso en Avándaro, Valle de Bravo, y que en un “accidente” Pamela quedó prensada por la puerta eléctrica del estacionamiento, por lo que la llevó en una ambulancia privada a la capital del país, en donde primero llegó a un hospital de Santa Fe, pero como lo la recibieron fue trasladada a Observatorio. “Él dice que llegando a su casa con unas puertas eléctricas, que de repente se le acerca su perrito a mi hermana y que ella se hizo para atrás y que en ese momento se cerraron las puertas”.
A pesar de los esfuerzos de los médicos por salvarle la vida, el lunes 3 de mayo se confirmó su muerte a causa de seis paros cardiorrespiratorios. Las autoridades capitalinas entregaron el caso a la Fiscalía General de Justicia mexiquense para dar inicio a las indagatorias, mientras que los familiares presentaron una denuncia formal por la sospecha de que Pamela habría sido víctima de feminicidio.
Piden analizar el hecho
Aunque el caso fue tomado por la Fiscalía Central para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género, desde un principio hubo irregularidades -dijeron los familiares- ya que no catearon el domicilio del hombre. “Cuando esto pasó fue a las 16:00 horas, el hospital de Valle de Bravo está a 10 minutos de su casa, la Cruz Roja está a cinco minutos y él tomó la decisión, sin consultarnos, de llevarla hasta la Ciudad de México, la cambiaron de ambulancia y en el trayecto se broncoaspiró y no sabemos que fue lo que le dieron”.
La familia cuenta con evidencias que fueron mostradas a MILENIO Estado de México en las que se aprecia que el cuerpo presentó moretones en las extremidades, precisamente en muñecas y tobillos que al parecer no fueron tomadas como pruebas en el desarrollo del caso; en cambio, la declaración de Isaac fue aceptada para concluir que Pamela murió por accidente; por ello mañana se llevará a cabo una audiencia en los juzgados de Almoloya de Juárez, a un costado del penal de Santiaguito, en donde familia exigirá a la autoridad judicial para que pida a la fiscalía estatal reclasificar el caso a feminicidio.
KVS