Expediente de caso Colosio descarta tortura contra Aburto; confirma su culpabilidad

MILENIO tuvo acceso al expediente, en el que se verificaron cada una de las líneas de investigación, los dichos de aburto, la posible tortura cometida en su contra y los datos de prueba contra un segundo tirador.

Tribunal rechaza que Corte estudie amparo de Mario Aburto
Maximiliano Arozqueta
Ciudad de México /

En el “informe de la investigación del homicidio del licenciado Luis Donaldo Colosio Murrieta", que contiene el expediente del caso analizado desde 1996 hasta 1998 se determinó la culpabilidad de Mario Aburto y los motivos para dejar en libertad a Othón Cortés Vázquez, señalado como el segundo tirador aquel 23 de marzo de 1994.

El programa de trabajo incluyó el análisis de las líneas de investigación relacionadas con el crimen, los posibles autores materiales, los traslados de Mario Aburto tras su detención, la posibilidad de tortura en su contra y la existencia, o no, de un segundo implicado en el asesinato…


MILENIO tuvo acceso a evidencias y videos contenidos en la investigación…

En sus primeras declaraciones, del 29 de abril de 1994, Mario Aburto denunció haber sido víctima de tortura mediante intoxicación y con malos tratos cuando lo sacaron de la delegación estatal.


La investigación desmiente sus dichos, al documentarse que cayó en incongruencias al formular su denuncia.

En la primera declaración judicial, señaló “haber estado esposado con las manos hacia atrás, amarrado de los pies, vendado de los ojos y envuelto en un colchón, en ningún momento describió los métodos de tortura, presuntamente cometidos en su contra”

En febrero de 1996 reiteró que fue torturado, pero que solo fue vendado de los ojos y de las manos, que le provocaron asfixia por presión en el estómago y lo golpearon sin que le dejaran marcas. También aseguró que desde su detención, durante sus traslados fue torturado y golpeado...


Hasta abril de 1998 se volvieron a analizar las lesiones que Aburto tenía desde el día de su detención para constatar si alguna había sido causada por un mecanismo de tortura, lo cual se descartó tras practicarse exámenes de criminalística y medicina forense.

Un año antes, en julio de 1997 se obtuvo el resultado del arma utilizada y la bala que se encontró después del mitin del entonces candidato en Lomas de Taurinas, Tijuana, así como de la identidad del autor material.

Con argumentos técnicos y científicos, se demostró que Mario Aburto Martínez fue el autor de los dos disparos, que utilizó solo un arma de fuego calibre .38 y la bala que se encontró pertenecía a esa pistola.


El 26 de febrero de 1997, fecha en que Aburto amplió su declaración inicial confirmó haber planeado el ataque al ex candidato con ocho años de anticipación, cuando tenía 15, además de confesar que había planeado atacar también al ex presidente Carlos Salinas de Gortari
durante su campaña presidencial, hecho que no llevó a cabo, pues dijo que dudó en hacerlo por la corta edad que tenía.

En los documentos, se descarta que Othón Cortés Vázquez fuera culpable del asesinato.

Cortés Vázquez era empleado del sistema municipal de parques temáticos de Tijuana chofer de Luis Donaldo Colosio, se le absolvió el 7 de agosto de 1996, de los señalamientos de ser el segundo el tirador en el homicidio.

Se determinó que los otros dos testigos que lo señalaron se condujeron en falsedad, por lo que se libraron órdenes de aprehensión contra Jorge Amaral Muñoz y Jorge Romero Romero.


Amaral Muñoz huyó del país, fue detenido en Estados Unidos cuando pretendía ingresar a Canadá. Jorge Romero Romero fue aprehendido, sujeto a proceso penal y condenado a prisión.

Los elementos analizados, con los que se llegó a estas conclusiones fueron las imágenes en video y foto fija de Aburto del día del homicidio, los traslados de Lomas Taurinas a la delegación estatal, de ahí al aeropuerto de Tijuana, el vuelo que lo llevó a la Ciudad de México y su traslado al penal federal de Almoloya de Juárez, con los que detectaron que si existía relación entre Aburto y el homicidio.

Dos días después de los hechos, el 25 de marzo de 1994, Mario Aburto fue sentenciado a 45 años de prisión, de los cuales ha cumplido 28. Actualmente está recluido en el centro federal de readaptación social 12 de Guanajuato, por ser penalmente responsable del delito de homicidio y por portación de arma de fuego sin licencia.

ledz

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