Al considerar que Nuevo León está cargando con la responsabilidad que no le compete, expertos en migración cuestionaron la posibilidad de que Anáhuac se convierta en una 'Ciudad Santuario' para indocumentados.
Carlos Teissier Zavala, consultor de Relaciones Internacionales y catedrático de la Universidad Autónoma de Nuevo León y de la Universidad de Monterrey, vio incongruente que los migrantes pidan asilo en Estados Unidos y permanezcan en México a que se resuelva su situación jurídica.
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"El problema central no se trata de si hay que ayudar o no hay que ayudar a los migrantes, sino se trata de en qué momento esto se trata de un problema de México.
"Desde la perspectiva del derecho internacional esto no tienen precedente: que los señores que no son mexicanos vienen, hacen la solicitud para entrar a Estados Unidos y esperan el dictamen en el territorio mexicano, cuando el dictamen lo deberían esperar o en Estados Unidos o en su país de origen", dijo.
Romeo Flores Caballero, ex embajador de México en Los Ángeles, opinó que el municipio no cuenta con los requisitos para ser un "santuario", ya que además de un albergue debe ofrecer trabajo, educación y seguridad.
"Frente a una decisión muy loable no se cuenta con la infraestructura necesaria para atender a los migrantes. (...) No sabemos cuántos van a ser de manera que no podemos dimensionar el tamaño de la responsabilidad del Gobierno del Estado", apuntó.
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Ambos aclararon que no están en contra de que se atienda a esta población vulnerable sino de que México, y específicamente Nuevo León, cargue con una responsabilidad que no le compete.
Ayer el gobernador Jaime Rodríguez Calderón se reunió con el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, para analizar la posibilidad de convertir a Anáhuac en una ciudad santuario, en donde se habilitarían 30 mil hectáreas para detonar las actividades agrícolas y generar empleos, además de instalar un albergue en donde se iba a construir el penal de Mina.