Fat Flow y QBA: los raperos que 'brincaron' de la música a la delincuencia organizada

La cultura se ha consolidado con el paso de los años en una de las principales herramientas para evitar el reclutamiento de jóvenes por parte de organizaciones delictivas, no obstante, en algunas ocasiones las condiciones sociales llegan a sobrepasar

Fat Flow y QBA: los raperos que dejaron de lado la música y trabajaron para la delincuencia organizada
Anel Tello
Ciudad de México /

La resistencia y la libertad de expresión han sido desde la década de los 70's las bases sobre las cuales se asentó la cultura del Hip-Hop en Estados Unidos. Poco a poco, aquel movimiento que comunidades afroamericanas y latinas impulsaron en barrios como el Bronx y el Harlem comenzó a anteponerse a prejuicios y discriminación para expandirse a otras partes del mundo.

A través de vertientes como el rap, el freestyle, el graffiti o el break dance, el movimiento se consolidó como una reivindicación cultural y social a través del cual miles de jóvenes han retratado su realidad. En el caso de comunidades marginadas, el Hip-Hop implicó también una forma de empoderamiento que le ha permitido a grandes exponentes "salir del barrio" y alcanzar el sueño de ser grandes artistas.

Aquellos ejemplos de superación por medio de la cultura ha servido de inspiración para miles de jóvenes que tienen la aspiración de alcanzar una mejor calidad de vida, no obstante, México ha sido testigo de al menos dos casos en los que el talento para el rap de dos jóvenes resultó insuficiente para salvarlos de las condiciones sociales en las que crecieron.

QBA: de rapero a sicario del CJNG

QBA, el rapero que confesó haber disuelto los cuerpos de los tres estudiantes de cine, cuenta con más de 121 mil suscriptores en su canal de YouTube.

El reloj marcaba aproximadamente las 20:00 horas del 19 de marzo de 2018 cuando un grupo de estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales (CAAV) de Jalisco concluyeron una serie de grabaciones en una finca de Tonalá.

Aquel recinto marcó para siempre el destino de Salomón Aceves Gastélum, Jesús Daniel Díaz y Marco Francisco Ávalos, tres jóvenes de entre 20 y 25 años que soñaban con convertirse en cineastas pero que, por desgracia, se encontraron en el momento y lugar equivocado.

Y es que, aquella finca a donde los estudiantes habían acudido a realizar su proyecto pertenecía a Diego Gabriel Mejía Odilen, un líder criminal del Cártel Nueva Plaza (CNP) que en aquellos años sostenía rencillas con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el control del municipio, según dan cuenta informes de la Fiscalía General del Estado (FGE).

De acuerdo con reportes de prensa de la época, la noche en la que los estudiantes acudieron a la finca, Gerardo "N" y Omar "N" -ambos pertenecientes al cártel de las cuatro letras- se encontraban vigilando el inmueble pues habían escuchado rumores de que su rival saldría pronto de la cárcel.

Al percatarse de movimientos inusuales, ambos sicarios del CJNG dieron aviso a superior, quien les ordenó retener a los jóvenes. Los estudiantes fueron privados de su libertad y trasladados hasta las inmediaciones del fraccionamiento Pinar de las Palomas, en donde fueron brutalmente sometidos y torturados.

Realizan segunda marcha por los estudiantes del CAAV

La desaparición de los tres jóvenes generó indignación entre la ciudadanía, la academia y la comunidad estudiantil, quienes se sumaron a la exigencia de localización y justicia a través de múltiples protestas.

Con los ojos encima de la opinión pública, el 18 de abril el exfiscal para Personas Desaparecidas de Jalisco, José Raúl Rivera, informó que se localizaron restos humanos en predio de Tonalá. Cinco días más tarde autoridades estatales confirmaron que el material genético correspondía a Jesús Daniel y Marco Francisco.

Derivado de las pesquisas que encabezó la Fiscalía General del Estado (FGE) fueron aprehendidos dos hombres vinculados a la organización delictiva de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho. Los detenidos resultaron ser las mismas personas que aquella noche dieron aviso a criminales de la presencia de los jóvenes en la finca de Tonalá.

En el interrogatorio al que fueron sometidos se identificó a uno de ellos como Christian Omar Palma Gutiérrez, quien además de ser un miembro activo del CJNG, también tenía un proyecto musical de rap en ascenso bajo el nombre artístico de QBA.

Hasta el momento de su detención, el rapero mexicano contaba con más de 120 mil suscriptores en su canal de YouTube e, incluso, tenía previsto participar en un festival conocido como Rap Fest 664 celebrado en Tijuana.

Aunque algunos de sus sencillos contaban con poco más de cinco millones de reproducciones, para Christian Omar Palma el camino de la delincuencia organizada se antepuso al de la música y, de este modo, confesó ante las autoridades haber participado en el secuestro y asesinato de los estudiantes de cine del CAAV.

La brutalidad de sus crímenes no quedó ahí, pues QBA también dijo haber disuelto los cadáveres de los jóvenes en ácido clorhídrico con el objetivo de eliminar todo tipo de evidencia.

En los temas que el rapero mexicano compuso solía hablar de la muerte, rencillas entre grupos, armas, drogas e, incluso, solía mandar saludos a distintos personajes de la organización delictiva. Su talento para componer y rimar provocaron que su carrera poco a poco despegara hasta que su sueño se frustró luego de enfrentar cargos por secuestro agravado.

El caso de los estudiantes de cine de Jalisco continúa siendo una herida latente entre la comunidad estudiantil y la población del estado, por lo que fue atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para esclarecer y, de este modo, sentenciar a los responsables y llevar justicia a las familias de las víctimas.

Fat Flow y la trata de personas

Fat Flow, el rapero de Ciudad Juárez arrestado | FGE

El pasado 29 de noviembre de 2023, con tan solo 28 años de edad fue detenido Jesús Antonio "M", mejor conocido como Fat Flow en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Aunque los arrestos de raperos en el mundo artístico suelen estar relacionados a la posesión de armas o drogas, en el caso del rapero chihuahuense fue su ciudad de origen la que dictó su destino al involucrarse en uno de los delitos más lucrativos para distintas organizaciones delictivas: la trata de personas.

De acuerdo con reportes de prensa local, Fat Flow fue arrestado al estar relacionado con el secuestro de nueve migrantes, a quienes en complicidad con Omar "N",alias El Flaco, supuestamente cruzarían a Estados Unidos.

La Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua dio a conocer que las personas privadas de su libertad eran originarias de otros estados como Chiapas, Puebla, Guerrero y el Estado de México. Supuestamente, los migrantes habían confiado en el rapero y sus cómplices para que los ayudaran a alcanzar el tan aclamado 'Sueño Americano', no obstante, terminaron por incomunicarlos con la amenaza de exigirle a sus familiares fuertes cantidades de dinero por su rescate.

Previo a su reciente arresto, Fat Flow publicaba sus canciones y producciones a través de plataformas como YouTube, en donde sus videos superaban las 3 mil vistas. Con melodías en donde presumía ser un delincuente que poseía armas y poder, poco a poco el rapero fue ganando popularidad en la escena de la ciudad fronteriza.

Aunque sus letras ya anticipaban su incursión en actividades delictivas, pocos sabían que esta no era la primera vez que era arrestado pues, según información de medios locales, Fat Flow ya había sido aprehendido en al menos otras tres ocasiones.

La más reciente data de diciembre de 2020 cuando agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) lo acusaron de tener secuestrados a dos migrantes en un domicilio de Ciudad Juárez.

Los hombres eran originarios de Nicaragua y declararon que el rapero y dos de sus cómplices les iban a cobrar mil 500 dólares por cruzarlos a Estados Unidos, no obstante, llevaban incomunicados y privados de su libertad al menos seis días.

En 2014 y 2015 Jesús Antonio "M" fue detenido por consumir narcóticos, por alterar el orden y hacer del baño en la vía pública, no obstante, las sanciones no procedieron al considerarlas únicamente faltas administrativas.

Las y los migrantes son expuestos a múltiples riesgos y delitos en su transitar por México | Especial

Este 2023 Fat Flow no corrió con la misma suerte pues, además del delito de secuestro, al rapero y sus cómplices les fueron aseguradas dos armas de fuego de calibre 9mm y 45, así como múltiples cartuchos y cargadores.

Tanto QBA como Fat Flow figuran como dos ejemplos de que, a pesar de tener talento y recursos para incursionar en la música, cada vez con más frecuencia miles de jóvenes son tentados a formar parte de distintas organizaciones delictivas que les ofrecen el dinero y poder que ansían pero por la vía fácil y a costa de brutales crímenes que continúan cobrando víctimas en el país.

ATJ

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