Acusan a obstetra de violencia contra mujeres; giran orden de captura

El Colectivo con Ovarios lo acusa de presunta violencia obstétrica al causar tacto doloroso, efectuar maniobras prohibidas como la de Kristeller entre otras.

Víctimas exigen justicia ante las prácticas indebidas que realizó el médico.
Blanca Valadez
Ciudad de México /

La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México giró una orden de aprehensión contra el ginecobstetra Jesús Estuardo Luján Irastorza por el delito de “práctica indebida del servicio médico en grado de tentativa”.

La orden girada desde el 27 de marzo, por un juez de control del sistema procesal penal acusatorio adscrito a la unidad de gestión judicial número 12, solicita la búsqueda, localización y captura de Luján Irastorza y que este sea llevado al Reclusorio Preventivo Varonil Sur de la Ciudad de México.

La orden de búsqueda y aprehensión está relacionada con las denuncias, por separado, presentadas por integrantes del Colectivo con Ovarios que lo acusan de presunta violencia obstétrica al causar tacto doloroso, efectuar maniobras prohibidas como la de Kristeller (ejercer presión sobre el fondo uterino para acelerar el descenso fetal); provocar desgarres vaginal innecesarios; romper fuentes e inducir contracciones con sustancias médicas sin la aprobación previa.

“Se acreditó la posible participación del doctor Jesús “N” en múltiples conductas con apariencia del delito de Práctica Indebida del Servicio Médico. En consecuencia, a solicitud de la Fiscalía de Investigación Estratégica de Asuntos Especiales, un Juez de Control adscrito al Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México libró una orden de aprehensión en su contra”, de acuerdo con un comunicado del Colectivo con Ovarios.
“Ante la gravedad de las consecuencias legales, la respuesta inmediata del presunto responsable ha sido evadirse de la justicia, convirtiéndose en prófugo. Les pedimos su apoyo para difundir este hecho y logremos dar con su ubicación, no sólo para que no siga eludiendo a la justicia, sino también para que no continúe ejerciendo su práctica médica, que pone en riesgo la vida y salud de muchas mujeres”.

MILENIO entrevistó a algunas de las víctimas —no todas denunciaron— que exigen justicia y que se legisle contra la violencia obstétrica en sus diversas vertientes.

MILENIO buscó a Luján, quien se promociona en redes por efectuar “partos humanizados”, es decir, sin anestesia y sin cesárea bajo premisas de total acompañamiento, comunicación y respeto a sus derechos a decidir en caso de alguna complicación.

“Estamos conscientes de que este paso significa un gran avance en la búsqueda de justicia. Nunca lo hubiéramos logrado sin las más de cincuenta mujeres valientes que compartieron el testimonio de las violencias y negligencias ginecobstétricas y de reproducción asistida que vivieron a manos del doctor Jesús “N” y su equipo de trabajo. Que alzaran su voz fue indispensable para sentar este precedente legal y mediático en contra de la impunidad”, agregaron las integrantes de dicho colectivo.

Y añadieron que la acción contra “Jesús “N” es porque robó la oportunidad de ser madres, a las que operó sin justificación médica alguna, así como a las mamás que perdieron a sus bebés por la negligencia de este médico y sus colaboradores”.

En entrevista, José Luis Nassar, abogado penal de algunas integrantes del Colectivo con Ovarios, explicó a MILENIO que fue el juez quien se encargó de determinar el tipo de delito, cómo lo tipifica y la forma en la que se llevará todo el proceso.

“Si hubo actuar delictivo, entonces que se le apliquen las medidas que se consideren necesaria ya sea que se le retire la cédula profesional, haya una pena privativa de libertad o se determinen otras acciones.
“Nosotros queremos visibilizar que existe la violencia obstétrica y que se requiere legislar. Las mujeres deben de conocer sus derechos a tener un embarazo humanizado. Y que hay procedimientos que lo más importante en un proceso de esta naturaleza es su voluntad, que sean respetadas en todo momento”, explicó en entrevista.

Testimonios de algunas de las víctimas. “Mi hijo traía una vuelta de cordón umbilical alrededor del cuello y deseábamos la mejor atención hospitalaria-Sin embargo, durante las primeras 7 horas que estuvimos en trabajo de parto, el doctor Luján no llegaba aun cuando ya había sufrimiento fetal, y empecé a pedir la cesárea”, comentó Lola Sosa, quien acudió a la clínica de dicho especialista en el 2009.

“Cuando llegó Luján, el bebé ya estaba completamente encajado y ya no era posible tener una cesárea, por lo cual me hicieron la maniobra Kristeller entre 2 personas. Yo sentí que algo crujió adentro de mí. Supongo que fue el cuello de mi bebé. Mi bebé nació con muerte cerebral grado cuatro. No lloró. No se movía. Me dejaron a mí sola, desgarrada y sangrando. Después me cosieron sin anestesia”, detalló Sosa.

El bebé estuvo en terapia intensiva durante 6 días y fue hasta que le quitaron el soporte de vida que se le permitió a Sosa y a su pareja cargarlo y acariciarlo.

“Sufrí estrés postraumático, intenté denunciar, pero los abogados me dijeron que iba a ser muy costoso, un proceso muy largo en el que se requería hacerle una biopsia al cuerpo muy deteriorado de mi bebé. Llegué a pensar que mi caso era aislado hasta que me encontré con diversas historias similares e igual de dolorosas de otras mujeres víctimas de Luján”, aseveró.

Uno de los casos más antiguos del Colectivo con Ovarios es el de Ixchel Cisneros, ya que data de 2006. “Sufrí violencia obstétrica por parte del doctor Jesús Luján. Yo tuve a mi hijo, en lo que se supone que tendría que ser un parto humanizado, donde nunca monitorearon a mi bebé. Cuando llegamos al hospital y después de 10 horas de parto, mi bebé nació sin respirar, con un Apgar de 6 (examen rápido que se realiza al nacer y determina estado de salud), que es muy bajo porque no había podido respirar, con pocos signos vitales”.

Cisneros explicó que el bebé estuvo en terapia intensiva. Logró recuperarse, pero siempre estuvimos solos, “el doctor Luján se fue porque tenían un viaje muy importante”.

En el caso de Miwa Pierre, quien determinó demandar, el doctor Luján, explicó, en 2016 “indujo mi parto sin ninguna necesidad médica en la semana 38 y me efectuó un tacto muy doloroso.

“Pretendía hacerme creer que estaba checando mi dilatación, pero en realidad lo estaba induciendo, luego me ofreció un té de canela que, posteriormente, me enteré tenía un medicamento llamado Misoprostol, un abortivo que me causó contracciones muy dolorosas. Mi bebé tuvo sufrimiento fetal y ahora sufre de complicaciones, trastornos de sueño”.

Otro caso. El de Andrea Borbolla, quien en 2009 se enfrentó al hecho de que “mi bebé nació con el síndrome Edwards, incompatible con la vida. En la semana 16 me tenían que hacer un examen de rigor que se llama cuádruple marcador, pero en ese momento, Jesús Luján estaba de viaje y se pasó el momento de hacer ese examen”.

El embarazo siguió desconociendo que el bebé cursaba con dicho síndrome, negándole su derecho a conocer el estado de desarrollo durante el embarazo. “El doctor Luján me enseñó una foto de otro bebé que tenía síndrome de Down y me dijo que era muy buen karma hacerse cargo de bebés que traían síndromes”.

En 2019, Liora Anderman aseguró haber sido violentada por inducirle, sin su consentimiento, el parto “con Misoprostol” por lo que “mi parto detonó, de forma muy repentina, en contracciones muy intensas y poco efectivas.

“Estuve 14 horas de trabajo de parto en donde nunca vino a este doctor Jesús Luján a revisarme. Ya había sufrimiento fetal. Me llevaron a una cesárea de emergencia. Sufrí, después de esa experiencia, 3 años con depresión muy severa”.

Valeria, como decidió solo aparecer, recordó que, en 2016, el mismo obstetra señalado puso peligro su vida y sometió a dolor fetal a su hijo. “El parto sea natural, vaginal o cesárea, es un proceso que duele y donde hay riesgos. Eso nadie lo está negando. El tema es que aquí ya fue una mala praxis sostenida, con muchísimas pérdidas, extremo dolor innecesario. No hay un equipo que atienda de inmediato las urgencias.

“Cómo es posible que él permitiera tantas horas de trabajo. Nació mi bebé y yo me puse fatal. Jamás estuvo para cuidarme”, aseveró Valeria.

Las historias de cada mujer atendida llevaron a que algunas, en junio de 2023, denunciaran penalmente a Jesús Luján ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México. Las indagatorias llevaron a que la Fiscalía clausurara, en diciembre pasado, la clínica Pronatal, en la Ciudad de México, por detectar irregularidades en el manejo de sus instalaciones y falta de cuidado en los procedimientos médicos, sobre todo, en la relacionado con el banco de óvulos y de esperma.

“Yo fui en 2013 a congelar mis óvulos, nada más. Me pinchó el ovario y me mandaron a mi casa, por eso tuve una hemorragia interna. Me dice que tengo agua; nunca me dice que es una hemorragia, en ese momento me da un shock respiratorio, luego otro más. Estuve una semana internada. Él jamás reconoció el error que me puso al borde de la muerte”, recordó Cristina A. Calvillo.

Existen otras irregularidades en los procedimientos ginecológicos. Alejandra Manzano recordó que en 2016 el doctor Luján “me diagnosticó endometriosis y el día de la operación no se presentó, la delegó con un asistente sin mi consentimiento. A mí me dijeron que él la había hecho. No lo hizo. Este es su modus operandi.

“Cuando exigí una explicación, el mismo asistente se disculpó diciendo que al doctor Luján estaba en un congreso en Monterrey. Luego fui con otro médico. Supe que mi operación era innecesaria y que estaba mal hecha. Me habían quitado mucho tejido ovárico y habían puesto, por su mala praxis, en total riesgo mi posibilidad de ser mamá”, añadió Manzano.

LG

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