Foto de Cuauhtémoc Blanco y capos en iglesia, un hecho fortuito: vicario de Cuernavaca

El clérigo negó que la Iglesia haya reunido al mandatario con los líderes de cárteles, y aseguró que el retrato es uno de tantas que la gente se tomó ese día con el gobernador.

Cuauhtémoc Blanco, gobernador de Morelos. | Especial
David Monroy
Cuernavaca, Morelos /

El vicario de la Diócesis de Cuernavaca, Tomás Toral Nájera, negó que la Iglesia se preste a los intereses del crimen organizado, y aseguró que la foto entre el gobernador Cuauhtémoc Blanco y tres capos del narcotráfico fue un hecho fortuito, derivado de la presencia de decenas de personas en una misa por el Día de la Virgen de Guadalupe en la Iglesia de la Asunción, en el municipio de Yautepec.

“Pues en esa misa de 12 de diciembre, en esa parroquia, él se saludó y punto. Es decir, que no hay una situación real como un medio está diciendo”, sobre un presunto encuentro planeado y de que un sacerdote los reunió en el inmueble eclesial.

El clérigo destacó que la información que hasta el momento se ha difundido del origen de la fotografía es erróneo, porque la Iglesia no reunió al mandatario con alguien, y el retrato es uno de tantas que la gente se tomó ese día con el ex futbolista, quien asistió a una misa.

Al inicio de esta semana, una fotografía implicó al gobernador Cuauhtémoc Blanco con tres jefes de la delincuencia organizada: Irving Eduardo Solano Vera, El Profe y/o El Gato, entonces líder del cártel Guerreros Unidos y luego jefe de plaza en Morelos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), detenido por elementos del Ejército el 17 de febrero de 2021, en Cuautla.

Enseguida aparece Homero Figueroa Meza, La Tripa, líder del grupo criminal conocido como Comando Tlahuica o Los Tlahuicasy finalmente,  Raymundo Isidro Castro Santiago, El Ray, líder regional del CJNG en Morelos, detenido también en 2019, y muerto ese mismo año dentro del penal estatal de Atlacholoaya.

En entrevista, Toral Nájera negó la versión periodística y también la que incluyó una manta impresa, colgada en el municipio de Yautepec, donde se reafirmaba que el encuentro había sido consentido y arreglado por el entonces párroco de dicha iglesia, que por ahora no se encuentra en México.

A pregunta directa, Toral Nájera afirmó que tras la misa de ese día era imposible saber quiénes asistían al lugar, salvo el caso del gobernador Blanco Bravo.


DMZ

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