La Fiscalía General de Justicia capitalina (FGJ) investiga a funcionarios de mayor jerarquía quienes tuvieron acceso a información “confidencial” que facilitó la fuga de tres integrantes del cártel de Sinaloa del reclusorio Sur, por lo que habrá más órdenes de aprehensión por este caso, informaron autoridades de la institución.
Indicaron que se ha logrado determinar que los custodios detenidos sólo fueron el “último eslabón” de un plan de escape, el cual no hubiera sido posible sin la filtración de datos supuestamente reservados sobre traslados hospitalarios, así como fechas y horarios en que éstos serían realizados.
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Incluso mencionaron que para conocer el historial médico del interno Víctor Manuel Briseño, quien tenía programada una cita en el Hospital Rubén Leñero e iba en la camioneta oficial en la que se fugaron los narcotraficantes, los impliecados debieron conocer varios procedimientos que se siguen en el sistema penitenciario de la Ciudad de México.
El proceso de traslado a un hospital afuera del penal inicia con el diagnóstico clínico y sólo hasta que médicos de la Secretaría de Salud lo autorizan se notifica a una segunda instancia que corresponde al área jurídica.
“Posteriormente, la solicitud pasa al área de seguridad penitenciaria que verifica la legalidad y correcto procedimiento para el traslado del paciente, mientras que el último filtro de seguridad corresponde a los custodios, en este caso del segundo turno”, puntualizaron los funcionarios consultados.
Sin embargo, durante la fuga de Víctor Manuel Félix Beltrán, El Vic, operador financiero de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, Luis Fernando Meza González y Yael Osuna Navarro, los custodios no aplicaron el protocolo de revisión y permitieron la salida del vehículo que debía dirigirse al hospital.
irh