García Luna abre la puerta a juicio: alega inocencia

Audiencia en NY. Juez niega libertad bajo fianza al ex titular federal de Seguridad Pública, quien se veía demacrado e inquieto por comunicarse con su esposa e hijos.

Linda Pereyra, esposa del ex secretario, sus hijos y parte del equipo de abogados a la salida de los juzgados del Tribunal Federal. (EFE)
y Juan Alberto Vázquez
Nueva York /

En su primera audiencia en la Corte federal del distrito este de Nueva York, el ex secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna se declaró “no culpable” de los cargos de narcotráfico y de mentir para obtener un pasaporte estadunidense.

En una breve comparecencia de 15 minutos, la jueza Peggy Kuo le leyó los cargos y le preguntó si los entendía, a lo que el ex funcionario contestó de manera afirmativa.

La defensa pidió a la jueza la conveniencia de dejar a su representado en libertad bajo fianza, pero la negó ante la advertencia de la fiscalía de “riesgo de fuga”. El ex funcionario, detenido el pasado 9 de diciembre en Dallas, Texas, está acusado de tres cargos de conspirar para traficar cocaína a EU y otro por falso testimonio.

En esta primera audiencia recibió un plazo de 70 días para intentar negociar los términos de las acusaciones en su contra. Un primer intento se dará ya frente al juez Brian Cogan, asignado a este caso, el martes 21 de enero.

Por su parte, la asistente de la fiscalía señaló a la juez Kuo que estaban trabajando para resolver este caso sin necesidad de llegar a un juicio, lo cual abre la posibilidad de la negociación y refuerza la idea de que seguir clamando su inocencia es parte de una estrategia de la defensa para orillar a las autoridades a buscar una salida conjunta.

Pese a que su abogado de oficio asignado para la jornada de ayer, César de Castro, afirmó que ya analizan un paquete de fianza, García Luna y sus litigantes entienden que un juicio no es lo más conveniente para su causa.

En esos casos la fiscalía estadunidense suele utilizar todas las herramientas a su disposición para ganar a toda costa, como el uso de testigos protegidos y grabaciones telefónicas y correos electrónicos obtenidos vía espionaje.

Por lo pronto, y al perfilarse la posibilidad de la escalada del proceso, algunos de los que pueden declarar contra el ex funcionario son Jesús Zambada, El Rey, quien en el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán aseguró haberle dado maletas con millones de dólares.

Dámaso López Núñez, El Licenciado, que ya con cadena perpetua acudió a declarar contra su compadre El Chapo; Édgar Valdés Villarreal, La Barbie, sentenciado a 49 años de prisión y quien acusó tanto a García Luna como a Felipe Calderón de haber recibido sobornos del cártel de Sinaloa, e Iván Reyes Arzate, policía que trabajó con el ex secretario desde 2001 y que hace dos años se entregó a la justicia estadunidense.

SEMBLANTE DEMACRADO

Dos segundos antes de ingresar a la sala 2A que preside la juez Kuo, se escuchó cómo quitaron los grilletes de los pies de García Luna. El sonido anunció su aparición, ya sin esposas, y a los pocos segundos firmó un documento.

Asistido en todo momento por una traductora, vistió una sudadera gris —usada y dos tallas mayor—, un pantalón de manta caqui, tenis negros con suela blanca y llevaba el cabello despeinado; demacrado e inquieto buscó entre el público a su familia, que estaba sentada en la segunda fila.

Mientras le leían parte de los cargos, García Luna insistía en girar la cabeza en busca de su esposa y sus dos hijos, quienes aprovecharon para pedirle “valor”. Al retirarse, apunto del llanto, se llevó la mano al pecho y envió un beso descompuesto a sus familiares.

  • Agencia EFE
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