Es vecino de ‘maras’, padrotes, raperos...

Combate a la corrupción

Cárcel de Brooklyn. Inicialmente planeada para albergar a mil reos, actualmente se encuentran ahí casi mil 700.

El ex superpolicía en su primera comparecencia. (AP)
Juan Alberto Vázquez
Nueva York /

Desde su llegada a Nueva York, el ex director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y ex secretario federal de Seguridad Pública de México Genaro García Luna permanece retenido en el Centro de Detención Metropolitano (MDC por sus siglas en inglés), de Brooklyn.

Ahí, García Luna convive con pandilleros salvadoreños de la MS 13, traficantes de drogas neoyorquinos y algunas celebridades como el rapero R. Kelly y el líder de la secta NXIVM, Keith Raniere, con los que compartirá el uniforme de color naranja.

El MDC fue abierto a inicios de los años 90 con la intención de liberar una parte del hacinamiento de reos que por entonces se vivía en el Centro Correccional Metropolitano de Manhattan, cárcel en la que permaneció Joaquín Guzmán Loera desde su llegada a Nueva York en enero de 2017 y hasta el día en que se dictó su cadena perpetua, en julio del año pasado.

La cárcel, ubicada en el barrio de Greenwood Heights, se convirtió en el lugar donde retienen a los presos con algún proceso abierto en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, como es el caso de Genaro García Luna.

Inicialmente planeada para albergar a mil reos, los números oficiales detallan que en esa cárcel actualmente se hallan recluidos casi mil 700 convictos, lo cual indica que el lugar opera al límite de su capacidad.

El MDC de Brooklyn ha recibido infinidad de críticas en los años que lleva operando, sobre todo por el comportamiento de sus custodios. En el 2015, un juez federal dio entrada a una demanda de reos musulmanes que alegaban haber sido objeto de abusos arbitrarios como palizas y aislamientos.

En febrero del 2019, presos que hicieron huelga de hambre en reclamó a un apagón que los dejó sin calefacción durante una semana, fueron objeto de vejaciones como recibir gas pimienta o que les fueran cerradas las válvulas de los inodoros en sus celdas, según reclamaron sus abogados.

En aquella semana sin calefacción, el vecindario sufrió con el sonido de los barrotes de las celdas de reos que reclamaban de esa forma les fuera instalado de vuelta la calefacción, averiada en uno de los inviernos más duros de los últimos años.

Semanas después de ese conflicto, Cameron Lindsay, un guardia que trabajo casi una década ahí, dijo al New York Times que el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn era quizás “la más problemáticas de las prisiones” del sistema penitenciario norteamericano.

Este episodio del apagón fue solo una parte de “la larga historia de negligencia y brutalidad en la cárcel” de la cual tiene conocimiento el Departamento de Justicia donde saben que “en diferentes momentos, los presos han sido golpeados, violados o retenidos en condiciones inhumanas”, dice otra parte esa misma pieza periodística firmada por Annie Correal y Joseph Goldstein.

En ese penal estuvieron los mexicanos de la banda de Los Rendon Reyes, un grupo de ocho padrotes tlaxtaltecas condenados en enero del 2019 a distintas penas por cargos de explotación sexual y trata de personas, quienes tras su sentencia fueron removidos a otros centros penitenciarios.

En este momento se hallan recluidos dos famosos raperos, también a la espera de que le sean dictadas sentencias. Uno de ellos es R. Kelly, también con un proceso abierto en Chicago por diversos cargos relacionados con explotación sexual, y el otro es el cantante local Daniel Hernández, o “6ix 9ine”, sobre quien pesan acusaciones de crimen organizado y portación de armas.

Del mismo modo estuvo presa unas semanas la actriz de Smalville Allison Mack y se encuentra aún recluido ahí a la espera de una sentencia, el gurú de algunos miembros de la elite mexicana, Keith Raniere, ambos con asuntos relacionados con la secta de explotación sexual, fraude y crimen organizado, NXIVM.

El próximo martes 21 de enero desde esta cárcel saldrá el convoy que trasladará a García Luna, en un trayecto de escasos 15 minutos, a la audiencia programada con Brian Cogan, el juez que lleva su caso.

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