El ex secretario de Seguridad Genaro García Luna, acusado de narcotráfico en Estados Unidos, no negocia un acuerdo de culpabilidad con las autoridades y tampoco aceptó sobornos, advirtió su abogado César de Castro.
A su salida del tribunal federal para el Distrito Este de Nueva York, en Brooklyn, indicó que su cliente rechaza las acusaciones en su contra y descartó “en este momento” algún tipo de convenio o que irán a juicio.
“El gobierno siempre quiere acuerdos de culpabilidad. Ellos presentaron la acusación. Estamos en desacuerdo. El señor García Luna no está negociando un acuerdo de culpabilidad.
“(...) Él tiene muchas ganas de combatir estas acusaciones (…) niega vehementemente haber aceptado sobornos hace 15 años” del cártel de Sinaloa, expresó.
La próxima audiencia fue fijada para el 2 de abril, 60 días más tarde, tal y como solicitaron la fiscalía y la defensa al juez Brian Cogan, que preside este caso y también fue el juez del juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán, condenado a cadena perpetua.
El juez estuvo de acuerdo además en declarar este caso complejo, como también pidieron las partes, debido a la cantidad de evidencia que surgirá. Pero Cogan exigió a la fiscalía que en 30 días comience a presentar ya las pruebas contra García Luna, de 51 años, que aseguran incluyen dos décadas.
Ayer, el ex secretario entró a la sala de la Corte federal muy tranquilo, luciendo su uniforme de prisión, camisa caqui y pantalón naranja claro, para su segunda audiencia tras ser deportado de Texas, donde fue arrestado el 9 de diciembre.
Durante la breve audiencia de 15 minutos, De Castro informó al juez que su cliente fue mantenido en confinamiento solitario desde su arresto y que continuó en Nueva York, lo que dificultó el acceso a su defensa, además de que tampoco se permitió tener contacto con su familia. Confió en que esto cambiará, luego de que García Luna fue sacado hace nueve días de esas “estrictas” medidas.
Asimismo, destacó que no pudieron concluir el informe que exige la Corte para determinar si el acusado puede pagar un abogado o se le asigna uno de oficio debido a que García Luna no puede acceder a sus cuentas bancarias, congeladas desde diciembre.
El informe, además, es necesario para determinar el monto de la fianza que pedirá a la Corte para el ex secretario. “México ha restringido su acceso… trabajamos en eso” con la Fiscalía, dijo De Castro.
El sistema penal de Estados Unidos suele extremar las condiciones carcelarias de presos de alto perfil como instrumento de presión para llevarlos a tomar decisiones en el sentido que desean los fiscales. Uno de esos deseos suele ser el de sentarlos a negociar bajo los términos que la justicia plantea.
Un ejemplo lo dio el testimonio de Vicente Zambada, durante el juicio de El Chapo, cuando dijo haber pasado casi dos años en El Hoyo, pocilga de dos por tres metros donde vivió “condiciones cercanas a la tortura”; a Guzmán le aplicaron condiciones similares en el centro correccional de Manhattan.
A García Luna le esperan semanas difíciles, ya que el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn es quizás “la más problemática de las prisiones”, según Cameron Lindsay, guardia que laboró ahí casi una década. Se sabe de abusos de custodios, como palizas y aislamientos de reos “indeseables”, y está sobrepoblado, pues caben mil reos y tiene mil 700.
RLO