Luis Cárdenas Palomino, Ramón Pequeño García, Armando Espinoza de Benito, Edgar Millán, Iván Reyes Arzate, Edgar Ballardo y Victor Garay Cadena, entro otros, fueron reconocidos por el testigo de Estados Unidos, Sergio Villarreal Barragán, El Grande, en la sesión vespertina en la sala 8D que preside el juez Brian Cogan
El Grande prácticamente aclaró cómo, presuntamente, cada uno de los comandantes bajo el mando del acusado, tenían relación con una facción de la organización criminal sinaloense.
“Espinoza de Benito trabajaba para El Mayo y El Chapo y Gómez Meza era director regional de la AFI y parte de su trabajo para el cártel de Sinaloa era el de poner y quitar comandantes en toda la república sobre todo para los Beltrán Leyva”, decía el interrogado. Así se recorrió las relaciones con cada uno de ellos. Necesitábamos gente de confianza, así que nos dejaban poner a quienes quisiéramos”.
El testigo habló de una casa cerca del Centro Comercial Perisur, al sur de la Ciudad de México, que era una casa de seguridad que pertenecía a Arturo Beltrán Leyva en la cual llegaba Genaro García Luna, con Cárdenas Palomino y el comandante Domingo en la que presumiblemente se solían repartir los 1.5 millones de dólares que era la cuota mensual que el cártel entregaba a estos mandos de la AFI.
"Hacíamos fajillas de 10 mil dólares y luego juntábamos cinco de esas para hacer tabiques de 50 mil que metíamos en cajas de oficina” detallaba el testigo quien mostró un croquis que él hizo estando preso donde se puede ver una iglesia cercana “a donde Arturo solía ir a rezar".
La fiscal Erin Reid igualmente pregunto a El Grande sobre la relación que llevaba con Edgar Valdez Villarreal, Gerardo (Álvarez) Vázquez El Indio, de quien el elegante trajeado en la silla del testigo dijo ser amigo. Relató la historia de cuando el Comandante Domingo fue a detener a unos zetas que iban con esposas e hijos a pelear con el cártel de Sinaloa la plaza de Ixtapa Zihuatanejo. Después esos que fueron detenidos, interrogados y ejecutados, sus familias “fueron a la Siedo a denunciar con (José Luis Santiago) Vasconcelos”.
Cuenta El Grande que debido al gran problema que sea armó por esa ejecución el comandante Domingo y los miembros de la AFI asignados a Guerrero, fueron detenidos, algo que, al parecer, no inmutó a García Luna ni a los Beltrán Leyva. “Que se la coma solita Domingo”, dice sobre la reacción del director de la AFI.
En esta primera parten de su testimonio, Sergio Villarreal Barragán se esta concentrando en los primeros años del sexenio de Vicente Fox. En su relato introdujo un decomisó que de dos toneladas de cocaína pertenecientes al cártel de Golfo hecho en el corredor Cuernavaca-Ciudad de México, y el cual fue robada por los sinaloenses. Aclara que en el caso de los líderes de la AFI, “había un acuerdo de darles el 50 por ciento de los decomisos” pero aclara que a los funcionarios les daban su parte en efectivo.
"Esa vez Arturo Beltrán Leyva mando pedir a Roberto “EL R” que llevara la cantidad y les dimos o 14 o 16 millones de dólares, ya no recuerdo”, dice que básicamente estaban García Luna, Cárdenas Palomino “su mano derecha" y el comandante Domingo y que como no podían llevarse todo el dinero que les dieron les tuvieron que prestar una camioneta VAN.
El testimonio de El Grande continuará mañana martes 24 a las 9:00 horas.
DMZ