El jueves 29 de septiembre estalló uno de los hackeos más grandes a instituciones mexicanas, sin embargo, la magnitud y la dependencia afectada (directamente), causó una rápida explosión de reacciones. Los Guacamaya Leaks desplumaron las actividades de la Secretaría Nacional de la Defensa (Sedena).
Esta filtración, calificada por especialistas como más grande, en volumen de información, que los Panama Papers, no ha cesado de arrojar información de las actividades del Ejército y de funcionarios y ex servidores, teniendo respuestas en más de una ocasión del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha cuestionado el origen de los hacktivistas.
El mandatario cuestionó quién estaba detrás de Gucamaya “no para juzgarlos, sino nada más para saber si son los mismos”.
¿Quién está detrás de Guacamaya Leaks?
Guacamaya es una organización internacional de hacktivistas que ha publicado informes anónimos y documentos filtrados con contenido sensible en materia de interés público y opera principalmente en Latinoamérica.
“Esto del hackeo que sería interesante saber, sin testerearlos, sólo porque hay mucha gente que ayuda y todo termina sabiéndose, sería importante saber quiénes fueron los que hackearon, pero no para juzgarlos, nada, sino nada más para saber si son los mismos. Antes de la campaña había un sistema de espionaje en contra nuestra que se llamaba Pejeleaks y eran los mismos, Claudio X, Krauze”, señaló López Obrador.
Sedena alertó sobre ataques de cártel de Sinaloa a población
La filtración de Guacamayas reveló que la Sedena alertó que el cártel de Sinaloa cometería ataques contra la población y autoridades en Sonora, además de enfrentamientos y ejecuciones entre grupos criminales, y la detonación de una bomba.
Los informes indicaron que la Sedena desplegó a su personal y solicitó el apoyo de la Guardia Nacional para impedir las acciones violentas por parte de dos facciones del cártel de Sinaloa que están en disputa.
Los trabajos de inteligencia describen que los responsables de la ola de violencia en esa entidad son los grupos sinaloenses que trabajan para los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán y el capo Ismael El Mayo Zambada, líder del cártel de Sinaloa.
Los informes donde se emitieron las alertas para evitar acciones violentas datan de 2020 y mencionan cada uno de los pasos de estos grupos delictivos y sus planes a corto y mediano plazo para tomar el control del territorio sonorense.
Fiscal de Guanajuato, en seguimiento del Ejército
El fiscal general del estado Carlos Zamarripa Aguirre no ha estado exento de un seguimiento puntual con información de inteligencia por parte del ejército y de las autoridades federales según trascendió en la filtración de documentos derivado del “Guacamaya Leaks”.
Los datos dados a conocer incluyen un perfil del fiscal, formación académica además de una investigación en la que se buscó posibles vínculos con grupos delictivos en donde se destaca su formación, la relación con el ex procurador de justicia y hoy magistrado de Tribunal Superior de Justicia del Estado de Guanajuato Daniel Federico Chowell Arenas, así como la relación con el ex gobernador de la entidad Juan Manuel Oliva Ramírez.
También la ficha elaborada para la Secretaría de la Defensa nacional expone que no se tienen documentados vínculos con organizaciones criminales. El Centro Regional de Fusión de Inteligencia (CerFI) Occidente también emitió información relacionada con los titulares de las fiscalías de varias entidades, entre ellas, respecto a Carlos Zamarripa de Guanajuato. En el apartado de antecedentes negativos señala que no hay información que vincule al fiscal guanajuatense con la delincuencia organizada o actividades ilícitas.
Uso de avión presidencial en aerolínea militar
Un análisis de costos y beneficios realizado por el Ejército determinó que la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de utilizar el Boeing 878 presidencial, dentro aerolínea militar comercial que dirigiría la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no tiene viabilidad comercial, pues además de los 228 millones de pesos que tendrían que invertirse solamente para su adecuación a funciones comerciales, el costo del boleto por persona para que pudiera generar utilidades sería demasiado alto, debido a su configuración VIP.
El 28 de julio pasado, la Sedena realizó un estudio con motivo de la propuesta de López Obrador para crear una aerolínea comercial gestionada por el Ejército, a través del Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica (GAFSAOMM) y que buscaría retomar el nombre de Mexicana, en la que se pudiera utilizar el avión presidencial, Boeing 787 Dreamliner José María Morelos y Pavón.
En el documento consultado por MILENIO tras la filtración del grupo hacktivista Guacamaya, se lee que para poder modificar y cambiar el uso del avión, cuyo contrato actualmente indica que solo puede ser usado por la presidencia y el disuelto Estado Mayor Presidencial, se necesitaría invertir 228 millones de pesos para capacitación, combustible, mantenimiento, refacciones, software, póliza de seguro e infraestructura del hangar, todo por un año.
Según el análisis del ejército, para que el uso comercial del avión fuera rentable, se tendría que aumentar un 40 por ciento adicional a sus costos de vuelo, es decir, pasar de los 362 mil pesos por hora, a 507 mil pesos por hora y así obtener ganancias. Además, tendrían que hacerse al menos 594 horas de vuelo al año.
La situación es aún más compleja debido a que el costo del boleto se dividiría entre 80 pasajeros y no 250 como es normalmente para esa aeronave, que además tiene un espacio de carga reducido. Eso haría que una hora de vuelo costara aproximadamente 7 mil 649 pesos por boleto, tomando en cuenta impuestos, un costo demasiado elevado respecto de la oferta actual de aerolíneas, que ronda los 2 mil 300 pesos, por ejemplo, para un vuelo a Guadalajara. Además, el beneficio se alcanzaría bajo el mejor de los casos, en el que todos los vuelos estuvieran llenos.
EZLN, sin impacto político, social o cultural en Europa
Era 3 de noviembre de 2021 en la ciudad de Bruselas, con Bélgica en pleno otoño, cuando un oficio con calidad de “extraurgente” salió de la Agregaduría Militar de la Embajada de México. En su apartado de consideraciones el archivo informaba que una delegación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) había visitado dos ciudades y doce municipios en ese país.
Los documentos castrenses revelados por el colectivo señalan que la gira zapatista por Europa no tuvo “un impacto relevante en los ámbitos político, social y/o cultural”, por lo que no representa una “repercusión negativa para el gobierno de México”.
MILENIO tuvo acceso a miles de correos hackeados por el grupo de ciberactivistas, donde destacan reportes donde se afirma que el grupo guerrillero tampoco logró posicionarse como referente opositor frente a las megaobras impulsadas durante la actual administración, como el Tren Maya.
El informe adelantaba que cinco hombres y cuatro mujeres zapatistas se trasladarían posteriormente a la ciudad de Basilea, en Suiza. Los temas clave tratados por el EZLN de los que informó la Agregaduría a sus superiores del área de inteligencia en Lomas de Sotelo fueron: diversidad, pueblos originarios, ecología, trabajo, tierra, alimentación, salud, educación, independencia y libertad. También hablaron de democracia, justicia, paz, anticapitalismo, solidaridad, colonialismo, racismo, feminismo, migrantes, vivienda, reconocimiento social y desigualdad.
La agregaduría estuvo pendiente del tipo de cobertura e impacto que tendría la visita de la delegación zapatista en los medios internacionales, por lo que concluyó su informe al añadir:
“Con base en las actividades llevadas a cabo por el grupo inconforme del EZLN, la naturaleza de los temas que reclaman, así como, la identificación de los asistentes a los eventos durante su visita a este país, no tuvieron un impacto relevante en los ámbitos político, social y/o cultural (...) De igual manera, no se observa de primera instancia que sus actividades tengan alguna repercusión negativa para el Gobierno de México”.
DMZ