Las denuncias por extorsión en Guanajuato han experimentado un incremento de mil 290 por ciento durante el 2021 con respecto al año anterior. De acuerdo a los reportes del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública, de enero a julio del presente año se contabilizan 129 carpetas de investigación ante la Fiscalía Estatal por este delito, durante el mismo periodo de 2020 sumaban apenas 10 denuncias y a lo largo de todo el año se acumularon 17.
El mes que hasta el momento ha registrado mas denuncias es febrero con 25; le sigue marzo con 24 y el mes de junio con 18. Se ha identificado que durante el último año, el incremento de delitos por extorsión en la entidad se debe a que se ha cortado a los grupos criminales otras fuentes de financiamiento para sus actividades, como el robo de hidrocarburo y narcomenudeo, teniendo que recurrir a la extorsión y secuestro como medidas alternativas. El gobernador de Guanajuato ha realizado un llamado enfático para que las víctimas de este tipo de delito presenten su denuncia.
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"Los casos que hemos podido identificar de extorsiones, normalmente les dejan un número telefónico para que se reporten los empresarios y locatarios, nosotros necesitamos la denuncia para que un juez nos autorice la escucha legal de un número y a través de la escucha legal determinar la comisión de este delito y que puedan sentenciarse", señaló
A nivel nacional, Guanajuato ocupa el lugar número 21 en tasa de incidencia por este delito con 1.30 víctimas por cada 100 mil habitantes. Los primeros lugares los ocupan Zacatecas con 13.14 víctimas por cada 100 mil habitantes y Colima con 8.67.
La extorsión se encuentra considerada como delito de alto impacto y las penas por la comisión de este delito van de dos a ocho años de prisión y de cuarenta a ciento sesenta días de multa, sin embargo existe una gran “cifra negra” dado que no todas las víctimas se atreven a denunciar, por miedo a sufrir represalias.
Existen varias modalidades como la telefónica que a nivel nacional se opera desde penales como Santa Martha Acatitla o el Reclusorio Norte, se debe a que los reclusos logran introducir aparatos telefónicos a las cárceles y que los inhibidores de señal no funcionen óptimamente.
Otro es la extorsión por cobro de piso, donde los grupos delincuenciales amenazan la vida y patrimonio de locatarios, vendedores y empresarios a micro y gran escala por un pago a cambio de dejarlos trabajar.