José Pérez Murillo, de 38 años, era integrante del grupo élite GERI, perteneciente a la Fiscalía General del Estado de Guanajuato (FGEG).
El grupo GERI es usado principalmente para casos de máxima peligrosidad. Son capacitados por los Comandos de Operaciones Especiales y Antiterrorismo (COPES) de Colombia.
Con 13 años en el cargo, el 29 de agosto del 2021, José fue herido y secuestrado frente a su hijo de 8 años, mientras veían un partido de fútbol en el municipio de Cuerámaro, a 46 minutos y 44 kilómetros de Irapuato, ciudad de la que es originario.
A un año del suceso, su esposa Alejandra relató que su esposo y su hijo veían el partido, cuando una mujer se acercó a él y le dijo que “alguien más le hablaba”. Él, con desconfianza, se acercó poco a poco (al ser elemento de la fiscalía siempre estaba armado), cuando notó algo sospechoso intentó sacar su arma y correr, pero un hombre le llegó por detrás y lo desarmó.
Al poner resistencia, el sujeto que le quitó el arma le disparó con la misma en la pierna, pero, no podían llevarse a José, a pesar de que en el acto participaban un hombre más.
“Ya después él se echa a correr, en la entrada a Cuerámaro está el campo de fútbol y enfrente una gasolinera, entonces él empieza a correr y a una cuadra antes de llegar al jardín, lo golpean y no pueden con él, le disparan en dos ocasiones en el tórax, lo llevaban muy mal herido, si no lo atendían, se iba a desangrar o igual, pudieron hacerle más daño”, relató su esposa.
Después de eso, Alejandra acudió a la fiscalía con sede en Irapuato a poner la denuncia, sin embargo, la sede se declaró incompetente y el caso fue turnado al edificio central en Guanajuato capital, donde hasta la fecha, no logran dar con el paradero de su esposo.
“En la fiscalía, supuestamente, bueno el caso estuvo aquí en Irapuato, en personas desaparecidas, pero por incompetencia, se la llevaron a la fiscalía, pero hasta ahorita no han dado con él, dicen que tienen buenísima línea de investigación, pero tan buena que no hay resultados, ya es para un año y no hay nada de su paradero”.
Además de sufrir la angustia de no saber dónde está su esposo, Alejandra señaló que, tras su desaparición, dejó de percibir el sueldo y prestaciones de la fiscalía, lo cual ha complicado el día a día, para ella y sus tres hijos pequeños.
“Está como persona desaparecida, me imagino no está dado de baja y aún cuando no está dado de baja, yo no he recibido ningún sueldo de él, desde el momento que desaparece, el 14 de septiembre me dicen que no espere la parte del aguinaldo que le correspondía, ni prima vacacional, ni sueldos, nada, absolutamente nada.
–¿Considera abandono por parte de la Fiscalía?
"Completamente".
Comentó que los responsables hoy en día ya están identificados. Se trata de tres hombres y una mujer. Todos acusados por el delito de desaparición forzada por particulares en contra de servidor público.
Detuvieron a un primer delincuente en octubre. Después, en noviembre, la fiscalía obtuvo una orden de aprehensión en contra del “jefe” de quienes cometieron el delito. Al acudir a cumplimentar la orden del juez, se encontraron en el entronque a Manuel Doblado y se registró una balacera, quedando el sujeto, sin vida.
El tercer sujeto implicado fue detenido en febrero y la mujer fue detenida en mayo.
“Así es, fueron cuatro personas las que intentaron llevárselo, uno está sin vida, los otros tres están en proceso, de hecho, están en la etapa intermedia y pues ya, va avanzando el caso, pero a final de cuentas no hablan, no dicen nada, (…) Exactamente, se supone que son los GERIS las personas más preparadas del Grupo Elite del Estado de Guanajuato y aun así, no han dado con él”.
Alejandra, continúa su lucha para encontrar el cuerpo de su esposo, pues con las heridas que le produjeron, desconfía que siga con vida. Su hijo el mayor, tuvo que ser atendido psicológicamente.
Al momento, no ha podido explicarle a sus tres hijos qué sucedió con su papá, solo se limita decirles, “sólo Dios Sabe”, cuando le preguntan por él.
“En cuestión de su ausencia, sus hijos lo sienten, diario preguntan por él, (¿Qué es lo que les dice usted?) Que pronto va a venir, que para tranquilizarlos y ya no me sigan preguntando, solo Dios Sabe, ellos entienden eso de, Solo Dios Sabe, por las creencias que tenemos”, dijo la afectada.
“El mayor, como estuvo con él en el momento, lo tenía con psicólogo (¿Le tocó ver?) Sí, desafortunadamente le tocó ver, entonces, espero que en su adolescencia, no le repercuta todo esto que ha vivido”.
Este lunes 29 de agosto se cumple un año del secuestro y desaparición de José Pérez Murillo. Su esposa exige justicia y sus hijos siguen preguntando, ¿dónde está papá?.
“Mi esposo, que te puedo decir, que era el mejor elemento, preparado, inteligente, buen amigo, buen padre, buen compañero, entonces, yo creo que no merece que se quede su caso en el olvido, hay que seguir buscándolo si no es por parte de la Fiscalía, que sea de manera independiente, pero traerlo de regreso, de la manera en que esté, pero que vuelva”.
DMZ