El Frente Unido de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero anunció un operativo en Chilapa de 3 mil personas armadas para acabar con el cártel del Sur, supuestos responsables del ataque que dejó tres militares muertos en la zona de Balzamar, municipio Felipe Bravo.
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El 26 de septiembre soldados destruían plantíos de amapola en Balzamar cuando fueron emboscados por presuntos sicarios del líder criminal Isaac Navarrete. En el lugar aún se encuentra el acordonamiento de las autoridades militares, restos de fogatas y quemas, así como los restos de una granada de fragmentación.
A 200 metros del ataque se encuentran dos casas de Navarrete —también conocido como El señor de la I— a la que MILENIO tuvo acceso: puertas y ventanas de madera recién barnizadas, el inicio de lo que sería una cancha de básquetbol y algunas hectáreas con sembradíos de maíz, son los lujos que se observan en la que era la residencia del presunto líder del cártel del Sur.
Aún en obra negra, el inmueble escondido en lo más profundo de la Sierra tiene de vecino la casa del primer círculo de guardias de Navarrete, que a diferencia de la primera, es de madera.
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La casa de tres niveles cuenta con un mirador colocado de manera estratégica, con ventanas y balcones. Ahora luce sola, con ropa y muebles tirados, asadores para carbón y gas, un boiler solar nuevo y antena para TV satelital, además de boquetes de disparos de arma al interior.
Para llegar al lugar hay que rodar una hora en terracería y atravesar la comunidad Filo de Caballos, donde la policía comunitaria dice saber lo que pasó.
“El informe que tenemos es que se suscitó en el poblado de Balzamar, justo atrás de las casas de seguridad del líder criminal. Al parecer se encontraba en la casa con su equipo de seguridad cuando los soldados se estaban acercando para destruir un plantío y fue que comenzó la balacera.
“Sabemos que en la cabecera municipal de Chichihualco —corazón del cártel del Sur— hay quejas e incluso un diputado hizo una denuncia ante derechos humanos por el supuesto hostigamiento (militar), pero creo que más bien es el temor porque ahí están refugiados los sicarios que mataron a los soldados”, aseguró Salvador Alanís, vocero de los policías comunitarios.
Con escopeta en mano, reiteró su convicción de acabar con ese cártel, por lo que adelantó que tienen preparado un operativo, el cual sufrió un retraso debido a la muerte de los militares que incrementó la presencia del Ejército y Marina en el municipio.
“Tenemos todo preparado para una incursión al territorio del sur; son 24 comunidades las que controla ese grupo delictivo, pero a raíz de lo que pasó con los soldados hay mucho Ejército, Marina y policía estatal.“No es conveniente ahorita hacer una avanzada, pero está dentro de los planes, tenemos que acabar con esa célula delictiva y así pacificar toda la Sierra. Estamos planeando movilizar unas tres mil personas para esa cabecera”.
El frente tiene al menos cinco retenes, con personal armado, a unos kilómetros de la salida de Chilpancingo hasta Filo de Caballos, y otros en comunidades como Tlacotepec.
“No tenemos ningún hostigamiento de parte del Ejército, llegó un batallón a Tlacotepec y se han desplegado en todas las comunidades, no nos oponemos. Han llegado 15 vehículos de la Marina, hasta les dimos un lugar donde dormir; es la primera vez que los vemos en este corredor, nosotros vamos a seguir avanzando, nos consideramos aliados del gobierno y ojalá podamos recobrar esa confianza para dejar las armas”. _
Con información de: Daniel Barquet, Said Betanzos, Óscar Rodríguez y Juan José García
RLO