En 2022, los homicidios en México bajaron en términos numéricos, al registrar un descenso de 7.9 por ciento en la tasa nacional, sin embargo, se incrementaron los crímenes de la delincuencia organizada en un 3 por ciento, con delitos como narcomenudeo, y extorsión, según revela el Índice de Paz México 2023 presentado este martes por el Instituto para la Economía y La Paz (IEP).
La décima edición de este estudio, que recupera información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) rescata indicadores como los homicidios, delitos cometidos con armas de fuego y cárcel sin sentencia, los cuales habrían registrado una disminución durante el año pasado, lo que representa una mejora del 0.9 por ciento en cuanto al índice de paz.
La tasa de delitos cometidos con armas de fuego disminuyó un 5.5 y la calificación de cárcel sin sentencia mejoró en un 2.8 por ciento, con alrededor de 78 mil detenidos sin sentencia, en comparación con los cerca de 79 mil en 2021.
No obstante, los delitos con violencia y crímenes de la delincuencia organizada se incrementaron. Tan solo la tasa de delitos con violencia aumentó un 3 por ciento; registrando deterioros importantes en las tasas de violencia sexual, violencia familiar y asalto.
En 2022, la tasa de delincuencia organizada alcanzó su nivel más alto registrado, con 167 delitos por cada 100 mil habitantes, principalmente impulsados por aumentos en las tasas de extorsión y narcomenudeo.
En este sentido, los homicidios asociados con la delincuencia organizada han oscilado entre 68 y 80 por ciento frente a un 44 por ciento en 2015, los homicidios relacionados con la delincuencia organizada aumentó de unos 8 mil a más de 23 mil 500, mientras que el número no relacionado con la delincuencia organizada se mantuvo prácticamente igual.
De acuerdo con el comparativo, en 2022, las entidades con las tasas de homicidios más altas fueron Colima, Zacatecas, Baja California, Morelos y Sonora.
En contraste, con Yucatán, que se volvió a ubicar como el más pacífico de México, seguido de Tlaxcala, Chiapas, Tamaulipas y Nayarit. La tasa promedio de homicidios en los estados más pacíficos fue de 9.2 muertes por cada 100 mil habitantes, en comparación con una tasa promedio de 74.6 en los estados menos pacíficos.
Otro indicador que se destaca en el informe es la violencia contra las fuerzas de seguridad, periodistas y activistas sociales, la cual ha ido en aumento en los últimos años. Tan solo en 2022, un total de 403 policías fueron asesinados y 13 periodistas murieron.
El impacto de la violencia en México fue de 4.6 billones de pesos (USD 230 mil millones), lo que equivale al 18.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), según el estudio.
La disminución de homicidios impulsó la mejora a nivel nacional, pues su impacto se redujo en un 11 por ciento o 245 mil millones de pesos. Sin embargo, entre 2015 y 2022, el impacto del aumento de homicidios dio como resultado una pérdida de 324 mil millones de pesos (USD16 mil millones) en inversión extranjera directa.
En entrevista con MILENIO, Carlos Juárez, director en México del Instituto para la Economía y La Paz, reconoció que en los últimos 10 años hemos visto un deterioro de las condiciones de paz y seguridad
“Aunque en los últimos 3 vemos una mejoría muy marginal, que va mejorando, pero no es lo que necesitamos ver completamente, queremos ver a los niveles de paz que teníamos antes de la declaratoria de la guerra contra las drogas que parece ser el detonante más grave”.
En este sentido, destacó que la violencia relacionada al crimen organizado como la extorsión o el narcomenudeo obedece a un cambio de estrategia.
“Creemos que esto tiene que ver con la política de descabezamiento de los liderazgos de grupos criminales que va pulverizando los cárteles y los deja en células que operan más a nivel local con mucha más violencia, con menos acuerdo político y se dedican a cooptar espacios municipales, extorsionando mercados, comerciantes o negocios”, declaró.
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