José Raúl Servín lloró durante 20 minutos en una de las jardineras del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, luego de que el personal del SEMEFO le reveló que la cabeza encontrada en la fosa clandestina de Lomas del Mirador no pertenecía a su hijo. Pero las lágrimas, en realidad, eran de coraje ya que minutos antes le habían informado que la cabeza sí era de su hijo, Raúl Servín Galván, desaparecido desde el 10 de abril de 2018
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"Me pasaron con el licenciado, el licenciado me explica de que sí era positivo con mi ADN y ya después me explica que hubo una confusión, entonces que hubo una confusión de papeles en el Ministerio Público", dijo.
José no entiende como la dependencia puede cometer este tipo de errores.
“Porqué puede haber ese tipo de confusiones, si no tienen un registro en su computadora, ellos mismos los de SEMEFO junto con los de genética para que no ocurra este tipo de cosas. Ya el hecho de que haya una confusión o me den una cosa que no es pues ahí es bien difícil”, detalló.
Todos los días cuando José se levanta lo primero que ve es una foto de su hijo desaparecido, que se encuentra colgada en la pared frente a su cama. Para él cada día está lleno de incertidumbre porque lo único que más desea en la vida es saber dónde está Raúl… así que cuando le dijeron que la cabeza sí era de su hijo, por un momento sintió paz porque por fin le podría dar un sepulcro digno a Raúl, pero a los pocos minutos esa paz se convirtió en incertidumbre y dolor.
"Es un dolor que estén jugando con el dolor de uno. Ese tipo de errores que ellos cometen ellos no lo sienten el dolor que le causan a uno, el decirle de que realmente no es familiar de uno o el familiar de uno el que estamos buscando, es una gran tristeza y dolor y la impotencia más que nada"
Una vez confirmado que la cabeza no pertenecía a su hijo, José seguirá con su búsqueda. “Y a continuar día con día, hasta encontrar a mi hijo”, finalizó.
MC