En lugar de disminuir, la espuma que forman los desechos químicos en el canal de Valsequillo, incrementa todos los días su volumen, por lo que se estanca en el puente, ubicado a la altura del municipio de Cuatinchan, lo cual le llamó la atención el domingo por la noche, luego de que Juan Ignacio Mendoza, le pidió a una mujer que le tomara una foto y cayó a la corriente, donde las autoridades no han logrado localizarlos.
Durante un recorrido que realizó ayer por la zona, Milenio Puebla pudo observar que la contaminación inicia desde las compuertas de la presa de Valsequillo, donde las partículas contaminantes viajan a través del afluente en grandes cantidades.
Aunque su color es blanco, el olor de las espuma es bastante hediondo, el cual se percibe desde distintos puntos del canal que pasa por distintos municipios de la entidad.
Asimismo, se constató que dicho contaminante se almacena en su mayoría en el puente que se localiza a la altura del municipio de Cuautinchan, donde alcanza una altura de hasta cinco metros, por lo que cubre el camino, que es utilizado para que transiten los vehículos.
La espuma también cubre plantas y vegetación, la cual ya está marchita casi en su totalidad, a diferencia del real que no es tocada por los químicos contaminantes que, según pobladores, no han sido atendidos por las autoridades, quienes desde años tienen conocimiento.
Hasta el cierre de esta edición, los elementos de los cuerpos de emergencias seguían sin localizar a Juan Ignacio por ningún punto del canal de Valsequillo, el cual atraviesa varios puntos de la entidad.
De acuerdo con las primeras investigaciones de las autoridades ministeriales, el hombre de de 32 años de edad, y Paola, de 29, acudieron a ver unos predios que iban a comercializar, ubicados a un costado de la carretera estatal Puebla-Valsequillo, a bordo de una vehículo Suzuki Swift, placas UAX 4525.
MITM