En menos de cuatro años, al menos 14 mujeres se han suicidado al interior del Cefereso 16 de Morelos, la mayoría de ellas en 2023 y la más reciente apenas en mayo.
Lo que ha encendido las alarmas de distintas organizaciones de derechos humanos y el Instituto Federal de la Defensoría Pública (IFDP), que aseguran que las muertes podrían estar relacionadas con la negligencia de las autoridades en brindar atención de salud mental a las internas.
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Una ex presa contó en entrevista con MILENIO que las reclusas llevan sus propias lista de víctimas, la cual supera los 22 suicidios en 2023; además, denunció que son torturadas de diversas maneras.
La víctima más reciente fue identificada como Yadira, quien cumplía una sentencia del fuero común y fue hallada sin vida la madrugada del 29 de mayo.
En esta ola de suicidios, la Defensoría Pública, representó a tres de las víctimas bajo delitos del fuero federal y a dos del fuero común. Una de ellas tenía un antecedente de intento de suicidio y las autoridades penitenciarias en lugar de darle la atención correspondiente le iniciaron nuevos cargos, por las agresiones a los custodios cuando intentó suicidarse.
“El suicidio es una de las razones por las que existen más pérdidas de personas privadas de su libertad y que generalmente estos pudieran haberse evitado si las autoridades hubieran tomado acciones de atención integral adecuada y esto es lo que no encontramos en estos casos”, enfatizó Sofía de Robina, Secretaria Técnica de Combate a la Tortura del IFDP.
“No se atiende la necesidad de las mujeres de estar en un centro cercano a su proceso y cercano a su familia y además no se atiende que son mujeres que no deberían estar en un centro de máxima seguridad como esté con todas las restricciones que esto implica para ellas”, remarcó.
Desde finales del año pasado, la Fiscalía General de la República (FGR) ya se encuentra realizando las investigaciones correspondientes sobre este caso; sin embargo, no ha informado sobre avances. Por ello, el IFDP teme por la vida de las demás presas ante la falta de atención a su salud.
Hasta marzo 2024, de acuerdo con información de la Defensoría, en el Cefereso 16 existían mil 182 mujeres privadas de su libertad, de las cuales 587 estaban por delitos del fuero federal, 274 ya sentenciadas y 363 con su proceso en curso. Otras 595 internas, la mayoría, están ahí por delitos locales, a pesar de que el centro es federal y de máxima seguridad.
Para las mujeres que han estado privadas de su libertad al interior del Cefereso 16, la verdadera problemática es la falta de atención a las internas.
Rubí, una ex presa que pidió no revelar su verdadero nombre por temor a represalias, aseguró a MILENIO que durante su tiempo en el Cefereso 16 fueron víctimas de tortura física y psicológica, además de que se le negaba el acceso a medicinas y a seguimiento por parte de médicos especialistas, lo cual contrasta con la versión de las autoridades que aseguran que todas las internas tienen atención médica y psicológica.
“No hay paracetamol, no hay para una infección. Para la gente diabética no había el insumo, que es la insulina, que es metformina y todo eso. No la hay, no la hay. Y cuando sus familias hacen el esfuerzo porque se los manden, no se los entregan”, lamentó Rubí.
De los 14 suicidios, 11 ocurrieron durante 2023, según los datos oficiales, sin embargo, Rubí, quien estuvo recluida seis años sin sentencia, asegura que entre junio y diciembre de ese año la cifra real es de 22 víctimas.
“(La lista) la hicimos varias, porque decimos que cómo es posible, están cayendo como moscas, hasta el día que salí, ya iban más de 22 personas muertas, en menos de seis meses, (...) las mujeres allá se están matando de depresión, de soledad, de desesperación”, dijo.
Entre los nombres que recuerda de esa lista se encuentran el de Lozano Bautista Elizatbeth o Pancha, Diana Treviño, Soto y Karla, quien se encontraba en el área M-3. También Claudia Montes de Oca, del área M-10, y Miriam, quien se encontraba en el área M-5.
“Estas personas que se suicidaron, muchas se habían pedido atención médica, porque se sentían mal. Tan solo la (mujer) que yo encontré, ella tenía más de 15 días diciendo que le dolía mucho, mucho, y que tenía sangrados y todo, y no le hacían caso, no la llevaban al médico”, aseguró.
En 13 de los 14 casos registrados de manera oficial en los últimos cuatro años, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social, en la que determinó la violación a la protección a la salud, seguridad jurídica y legal de las internas.
De acuerdo con una solicitud de transparencia hecha por MILENIO, desde el inicio de esta administración el presupuesto para el sistema federal penitenciario se ha reducido por millones de pesos; pasando de 25 millones 655 pesos en 2018 a 20 mil 593 en 2023.
Lo cual se podría ver reflejado en todas las deficiencias que se denuncian y que de manera directa podrían estar relacionadas con los suicidios de las internas.
“Si las autoridades no tienen los instrumentos para garantizar la salud y la vida de las presas, deberían estar en otros lugares; lejos de poner en el centro la salud de las mujeres, se ha priorizado la seguridad del centro y eso deja a las mujeres en una desprotección”, precisó Sofía.
RM