Un error por parte del encargado del anfiteatro de Izúcar de Matamoros, en Puebla, causó que los cadáveres de dos hombres fueran intercambiados y uno de ellos entregado a una familia que incluso le dio sepultura pensando que se trataba de su difunto.
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Sin embargo todo quedó al descubierto cuando la segunda familia en cuestión se percató que el cuerpo que les habían entregado no correspondía a su fallecido.
Al anfiteatro llegaron dos cuerpos, el de un hombre en avanzado estado de descomposición que fue ubicado en un río y el de César, un hombre asesinado a balazos; la familia del primero le dio sepultura, mientras que los familiares de César notaron que el cuerpo entregado no era de él, sino de otra persona.
De acuerdo con la titular de la Fiscalía de Investigación Regional, Elba Rocha Patiño, ya se está en trámites para la exhumación del cuerpo y entregarlo a la familia que le corresponde.
"Se procede a la identificación de los cadáveres por parte de los familiares y en el momento de la entrega de los mismos el encargado del anfiteatro se equivoca, prácticamente, entrega un cuerpo por otro, nosotros ahorita procedimos a solicitar una técnica al juez de control para la exhumación de los cadaveres y poder entregar el cadáver a las personas que lo identificaron como tal, es decir, a sus familiares."
En tanto que el fiscal general, Gilberto Higuera Bernal, afirmó que se dio parte a los órganos de fiscalización quienes investigan la falta administrativa aunque dejó en claro que si se determina algún hecho ilícito, se procederá en apego a la ley.
El presunto error del trabajador ocasionó que el cuerpo de César Litzandro, vecino Axochiapan, Morelos y quien fue acribillado a balazos fuera entregado, velado y enterrado por una familia de Atlixco, Puebla, quien en realidad debía tener el cadáver de un hombre hallado en avanzado estado de descomposición en el río Nexapa en Huaquechula.
CHM